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Un centro de Barcelona lidera los ensayos de nuevos fármacos contra el cáncer

Las moléculas cubren los seis mecanismos básicos que causan el desarrollo de todo tumor

El Programa de Investigación en Cáncer del hospital del Valle de Hebrón de Barcelona, impulsado por Josep Baselga y que va a trabajar farmacológicamente sobre el mecanismo de control celular del cáncer descrito por Joan Massagué, se ha convertido en una referencia internacional obligada para las multinacionales. El programa, íntimamente ligado al servicio de oncología clínica del centro, participa en la investigación de 16 nuevos fármacos contra diversas formas de cáncer que se encuentran en su primera fase de ensayo en humanos. Las investigaciones, financiadas por la industria, tienen como objetivo refinar los nuevos medicamentos y adecuarlos a tratamientos cada vez más individualizados.

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Los 16 ensayos clínicos en fase 1 -evaluación de la toxicidad- constituyen una cifra insólita en España, y cubren todos los mecanismos que están implicados en la aparición y diseminación de cualquier tipo de cáncer.

"El cáncer representa un centenar largo de enfermedades", recita Baselga. Cada una de ellas tiene características propias que dependen del tipo de célula afectada y del perfil genético del paciente. Esta extrema individualización provoca que la respuesta a un fármaco varíe de un tipo de cáncer a otro, y de persona a persona.

Pese a ello, existen coincidencias notables que la industria farmacéutica está tratando de explotar con una nueva generación de fármacos. Se trata de seis grandes mecanismos moleculares que se encuentran presentes en mayor o menor proporción en los distintos tumores, y hacia los cuales se están destinando los principales esfuerzos de investigación.

Los seis mecanismos son: capacidad de replicación ilimitada, de invadir tejidos y provocar metástasis, de producir nuevos vasos sanguíneos para asegurarse su supervivencia (angiogénesis), de evitar su propia muerte (toda célula está dotada de un programa que le señala cuando debe morir, salvo las tumorales), de producir factores de crecimiento propios y de insensibilizarse a los factores que inhiben su crecimiento.

Cada una de ellas representa dianas terapéuticas sobre las que se prueban distintos fármacos. El descubrimiento publicado ayer en Cell por Joan Massagué y Joan Seoane, relativo a la hormona TGF-beta, corresponde al sexto mecanismo citado.

Para todas estas vías existe en estos momentos una pléyade de moléculas candidatas a convertirse en fármacos. El programa coordinado por Baselga participa en 16 de ellas, todas ya en sus primeros estadios de ensayo en humanos. La cifra representa todo un hito para la investigación clínica española, hasta hace pocos años alejada de los circuitos de ensayos. El número también sitúa el programa entre la élite mundial: de los últimos seis fármacos aprobados por la todopoderosa Agencia Federal del Medicamento (FDA) norteamericana desde 2000 hasta la fecha, cuatro han sido codesarrollados entre el equipo barcelonés y la gran industria farmacéutica. La lista de espera para que el centro aborde nuevas moléculas alcanza ya cerca de año y medio.

Baselga, que comparte la dirección del programa con Joaquín Arribas, responsable de la investigación básica, lo llama investigación traslacional. Y lo define como la capacidad de "transportar con rapidez un medicamento desde la probeta a la cama del enfermo". Entender la biología del tumor lleva a "acirtar el tiempo y a un número superior de éxitos", asegura.

La principal ventaja del modelo de colaboración entre ciencia básica, clínica e industria, cuenta Arribas, es que permite modelar mucho mejor el fármaco al tiempo que determinar qué tipo de tumores y de pacientes van a responder mejor. Y además, añade Baselga, "atrae inversión del big pharma".

La investigación sobre la hormona TGF-beta, a la que ya se ha incorporado Joan Seoane, requiere buscar enfemos cuyos tumores tengan un perfil genético particular. Sabiendo esta condición, podrá mejorarse el desarrollo del fármaco y emplearlo en pacientes específicos. Y todo ello sin necesidad de esperar 15 años para que surja una nueva molécula. Los fármacos que han demostrado actividad sobre la hormona, aunque sin saber por qué, van a ensayarse próximamente.

Josep Baselga, en una imagen de archivo.
Josep Baselga, en una imagen de archivo.SILVIA T. COLMENERO

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