Líos de perlas
Majorica despedirá a 227 de sus 400 trabajadores y producirá en Asia
Majorica está enredada, ahogándose en pérdidas y cambios de propiedad, en las vueltas de los collares que hicieron famosa la marca y poderosa la compañía, en sus 115 años. Ha perdido la mitad del volumen de ventas y está en pérdidas desde 1999.
Los nuevos dueños aseguran que de los 11.000 célebres collares de perlas artificiales vendidos cada semana ahora se ensartan sólo 3.000
Drasen quiere liquidar la fábrica de joyas de Manacor, minimizar la de perlas y podar las ventas y el núcleo gestor directivo de Barcelona
Ahora, más de la mitad de Majorica está condenada al despido, 227 de sus 400 trabajadores figuran como bajas en el expediente de regulación de empleo presentado por el nuevo socio estratégico -con el 50 % del capital, accionista de control- Drasan Limited. Esta sociedad posee la firma bisutera internacional Saga y la plantilla de la Majorica, afirma que es víctima de la deslocalización porque la producción se trasladará a las factorías de Drasen en Asia.
Los nuevos dueños presentan la cara de una empresa gravemente enferma para defender su cirugía: aseguran que de los 11.000 célebres collares vendidos por semana de perlas artificiales ahora se ensartan sólo 3.000 y que Majorica (Mallorca) compite desigualmente en bisutería-joyería con Swarosky, Agatha, Monet y Tous que "han invertido más en canales de distribución y han tenido un particular éxito de diseño".
Los expertos que reiteran la necesidad del recorte laboral y de estructura para rebajar costes y apuntan detalles comerciales: ha caído el consumo de bisutería y complementos de moda tradicionales mientras aumentan el de relojes, gafas y zapatos.
En el mercado tradicional mundial, Drasen asegura que las perlas mallorquinas en su crisis (la compañía explica que ha perdido 25 millones en tres años), han bajado enormemente las ventas e presencia: "Prácticamente ha desaparecido del Reino Unido y Francia" y tiene baja influencia en Italia. En España se vende más del 60% de la producción y las vías de salida son la tienda-factoría de Manacor (Mallorca) y los puntos propios en El Corte Inglés. En aeropuertos y aviones tras el 11-S hubo una gran recesión.
Adiós joyas
Drasen quiere liquidar la fábrica de joyas de Manacor y minimizar la de perlas, y podar las ventas y el núcleo gestor directivo de Barcelona. En producción de perlas los despidos llegan a la mitad de la estructura; en joyas suben hasta el 60%, en producción y montaje es del 70% y en apoyo industrial, a la mitad. Los sindicalistas afectados señalan que Saga quiere deslocalizar, producir en Asia y exhiben un documento donde relatan que los nuevos directivos ya se han informado "sobre los nuevos artículos de nueva colección que ya se realiza en las fábricas de Asia".
El portavoz de UGT, Manuel Pelarda, afirma que los nuevos dueños de Majorica quieren explotar la marca en su red, fabricar donde ya producen, en tres factorías de China y tienen un centro logístico en Hong Kong, y la gerencia en Taiwan. "Quieren dejar en Manacor, un pequeño museo temático con varios obreros simulando que hacen collares a la vista del público", dice Pelarda.
La factoría-tienda de Manacor llegó a recibir casi 800.000 personas y 14.000 autocares de turistas anuales, en 1996, muy poco antes de la primera venta por 72 millones de euros, que los fundadores efectuaron a grupos de fondos de inversión internacionales dirigidos por José Arozamena.
Los criterios 'deslocalizadores'
La propiedad resalta que la salida de Majórica está en la reducción de "una estructura de personal excesiva y descompensada" y en lograr la "flexibilidad" para reducir progresivamente los costes de los productos. La auditora estratégica alude a la competencia, que les vence, porque ha logrado rebajar hasta el 12% en el coste del producto respecto al precio. Con la estructura actual "se corre el riesgo de ser expulsados del mercado".
Destacados quedan los criterios a seguir: "Trasladando las actividades de producción 'estandar', sin valor añadido a países de bajo coste" y "conservando en Europa únicamente las actividades de producción que aportan valor añadido al producto". Pero manteniendo ligada la marca a la imagen de Mallorca
Hace cuatro años, en las factorías se daba empleo a 625 personas y se rechazó el ERE de 145, que se ha superado en jubilaciones y goteo de despidos pactados. Una década atrás Majorica empleó a más de 800 personas y en los años ochenta llegó a tener 1.000 empleados, como ahora la primera industria de Mallorca. Las ventas han caído desde los 38 millones a los 18 millones de euros. La propiedad supuso que ha de invertir 25 millones para reflotar el barco.
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