La UE desbloquea las negociaciones sobre la Constitución para concluirlas en junio

Europa despierta. En un ambiente tan optimista como inusitado, los líderes europeos ponían anoche fin al letargo en el que la UE había entrado en diciembre con el estrepitoso fracaso en la negociación sobre la Carta Marga europea. Los líderes de los 25 (los Quince más los diez candidatos) acordaron anoche en Bruselas reabrir las negociaciones sobre la Constitución. "Todos están dispuestos a llegar a un compromiso, incluso los que tenían reservas hasta ahora", anunció a media noche el presidente de turno de la Unión, el irlandés Bertie Ahern, en clara referencia al español José María Aznar y el polaco Leszek Miller. Todos aceptan ahora negociar el nuevo reparto de poder sobre el sistema de doble mayoría rechazado por ambos.

"Ha cambiado muchísimo el ambiente", dijo Ahern, "y vamos a ponernos manos a la obra de inmediato" porque "hay voluntad política" de lograr un acuerdo. "Eso demuestra que Europa no se detiene", añadió el presidente de la Comisión, Romano Prodi. Ahern se fijó como límite temporal la cumbre del 17 y 18 de junio. "Si se puede hacer antes, mejor", dijo al comentar las exigencias de buena parte de los líderes para que la Constitución quede cerrada antes de las elecciones europeas del 13 de junio.

El tiempo apremia, sobre todo teniendo en cuenta que la Conferencia Intergubernamental (CIG) que negocia la Carta Magna no podrá reunirse hasta que se forme el nuevo Gobierno español. Será entonces cuando Ahern se reúna con José Luis Rodríguez Zapatero.

Lo que quedó claro anoche es que todos aceptan ahora negociar el nuevo sistema para tomar decisiones en el Consejo de la UE sobre la fórmula de la doble mayoría de Estados y población que sistemáticamente rechazó Aznar. "La doble mayoría es la base sobre la que tiene que fundamentarse la solución", afirmó Ahern. Incluso los ministros de Exteriores de España y Polonia, Ana Palacio y Vlodzimierz Cimoszewic, que rechazaban la fórmula, aceptaban negociarla. "No excluimos la posibilidad de alcanzar un compromiso basado en la doble mayoría", dijo el polaco. "Nunca excluimos una solución por esa vía, aunque no nos satisface", señaló Palacio.

Aznar, que asiste a su última cumbre europea, se vio obligado a dar ese paso anoche no sólo porque el aislamiento de España en esta nueva fase de Europa era insostenible, sino porque coordinó su intervención con los próximos gobernantes socialistas, que siempre han pensado que la fórmula de la doble mayoría incluida en el proyecto constitucional es adecuada para tomar decisiones en la UE. El presidente en funciones se comprometió a "no predeterminar" la línea que pueda seguir el próximo Gobierno, que se ha propuesto acercar sus posiciones al eje franco-alemán, el dúo al que Aznar acusaba de acaparar un excesivo poder decisión con el reparto de poder del proyecto constitucional.

Son diversas las combinaciones que se manejan para esa doble mayoría (50% de Estados y 60% de población, según el proyecto), como 55%-55%, 50%-65% o 55%-65%, que además serían corregidas con otros elementos (doble llave) de forma que sean necesarios al menos cuatro países para bloquear una decisión o que una minoría de bloqueo sólo pueda actuar si representa un mínimo de la población de la UE (entre el 15% y el 20%).

Pero el primer ministro irlandés es consciente de que aún queda mucho trabajo. Él mismo identificó que hay "al menos 20 puntos" que deben resolverse. Además del sistema de doble mayoría, los otros dos litigios importantes son la composición de la Comisión (los pequeños países quieren un comisario por país y el resto, un Ejecutivo reducido, algo que podría hacerse a partir de 2014) y el futuro reparto de escaños en la Eurocámara. Por eso, dejó en el aire dos advertencias: ni quiere dejar todo lo importante para última hora ni quiere "seguir escuchando", avisó, lo que lleva "escuchando desde hace seis meses". Por eso, exigió que los líderes, incluido él, cumplan los compromisos adquiridos anoche.

¿Qué ha cambiado desde diciembre hasta ahora para semejante cambio? Dos vuelcos electorales: uno de escasa incidencia europea en Grecia (el conservador Konstantinos Karamanlis ha desalojado a los socialistas) y otro de gran trascendencia en Europa. Por encima de eso, la proximidad de la ampliación, el 1 de mayo, y la elecciones europeas (con una Constitución empantanada la habitual baja participación puede llegar a extremos muy preocupantes) han hecho recapacitar a todos. Y, por supuesto, la tragedia del 11-M que, "sin duda, ha hecho reflexionar a la gente", según Ahern.