La elección de un español para el Banco Central complica la marcha de Rato al FMI
José Manuel González-Páramo, nuevo miembro del Comité Ejecutivo del BCE
José Manuel González-Páramo, catedrático de Hacienda Pública y consejero ejecutivo del Banco de España, fue elegido ayer por unanimidad de los ministros de Finanzas de la zona euro nuevo miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución del español Eugenio Domingo Solans, cuyo mandato concluye el 31 de mayo. Con esa designación, tiene menos opciones la candidatura del vicepresidente en funciones Rodrigo Rato para dirigir el FMI, pero él no se da por perdido: "Si me lo propusieran, aceptaría; es una gran oportunidad política tanto personal como para España".
Rato dijo haber recibido "con satisfacción" la designación de González-Páramo "por razones de calidad". El nombramiento de González-Páramo y la candidatura de Rato para el FMI habían sido objeto estos días de complicadas negociaciones en una nueva pugna de poder en la Unión. En teoría, ambos puestos no debían recaer en ciudadanos del mismo país. Por eso, la elección de González-Páramo fue entendida como un portazo a la opción de Rato al FMI.
No lo percibió así el afectado, quien incluso aprovechó ayer el anuncio sobre González-Páramo para hacer explícita por vez primera su aspiración al puesto. "Se trata de una responsabilidad muy importante tanto para España como para Europa" declaró Rato, que ha sido apoyado para la dirección del FMI no sólo por el actual Gobierno del PP en funciones sino también por el futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Se lo agradezco mucho", señaló Rato. Anoche, el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, seguía opinando que Rato "es un excelente candidato" y añadió que nadie ha presentado hasta ahora otra alternativa.
Fuentes diplomáticas habían señalado antes de la decisión de los ministros de Finanzas que "Francia negociaba con Alemania una posible salida" que no perjudicara a ninguna de las dos grandes potencias de la UE. El origen de la disputa se remonta a comienzos de mes, cuando los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) se disponían el día 8 a nombrar al sustituto de Solans como miembro del Comité Ejecutivo del BCE, al que pertenecen el presidente del banco, el vicepresidente y cuatro personalidades de reconocido prestigio (hoy de Alemania, Italia, España y Austria).
Alemania, Francia, Italia y España habían pactado que cada ejecutivo saliente de ese órgano clave del BCE fuera sustituido por alguien de la misma nacionalidad, como ocurrió ayer . Se aseguraban así Italia y Alemania que sus representantes (Tomasso Padoa Schioppa y Otmar Issing, cuyos mandatos concluyen en 2005 y 2006) fueran sustituidos por personalidades del mismo país.
Los ministros del Eurogrupo debían adoptar la decisión por unanimidad, como es preceptivo, aunque habían acordado otra fórmula extraordinaria para este caso: si no había consenso, se someterían a votación las tres candidaturas porque, además de González-Páramo, se habían presentado al puesto el belga Meter Praet, director del Banco Nacional de Bélgica, y el irlandés Michael Tutty, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones.
La primera gran complicación surgió el día 2, cuando el alemán Horst Köhler anunció por sorpresa que dejaba la dirección del FMI, la más importante institución financiera mundial, porque será el nuevo presidente de Alemania. Tradicionalmente, al frente del FMI figura un europeo y la candidatura de Rato dejó en el aire la de González-Páramo.
A la espera de encontrar una solución, los ministros pactaron que los tres candidatos al BCE fueran examinados por ministros de los países de la zona euro porque se trataba de elegir al candidato "no por su nacionalidad, sino por su currículum".
Con las dos opciones españolas abiertas, se produjo el vuelco electoral en España y, enseguida, surgieron de París noticias de procedencia nunca aclarada y hasta desmentidas oficialmente según las cuales Francia tenía serias dudas sobre si apoyaría o no a Rato para el FMI. Después se difundieron los nombres de los franceses Jean Lemierre, presidente del Banco de Reconstrucción y Desarrollo, o el comisario de Comercio, Pascal Lamy, como aspirantes al puesto nunca confirmados, pese a que cabría el peligro de que un francés acabara siendo vetado por EE UU.
Fue en ese enrarecido ambiente en el que se llegó a la cita de ayer. "Estamos dispuestos a tomar una decisión esta noche", dijo Reynders al llegar a la reunión. Así fue, sin necesidad de votar. Para mayor complicación, Silvio Berlusconi anunció ayer que Italia tenía "un candidato excepcional" al FMI. El asunto será tratado a comienzos de mes en Irlanda por los ministros de Finanzas. Rato asistirá como vicepresidente en funciones.
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