Un consejero de Bush le acusa de ignorar la amenaza de Al Qaeda
Clarke dice que le encargaron buscar una relación de Sadam con el 11-S
El equipo del presidente George W. Bush recibió información sobre la amenaza de Al Qaeda nada más llegar al Gobierno, pero no la valoró seriamente, asegura Richard Clarke, quien coordinó durante diez años la política antiterrorista de la Casa Blanca y que dice que le encargaron buscar una conexión entre Irak y los atentados del 11 de septiembre inmediatamente después de los ataques.
"Es una afrenta que el presidente busque la reelección diciendo que ha hecho mucho contra el terrorismo. Lo que hizo fue ignorarlo durante meses. Quizá podríamos haber hecho algo para evitar el 11-S; quizá, no lo sabremos nunca", dijo Clarke en el programa Sixty Minutes de la cadena de televisión CBS, donde también asumió que, en el conjunto de responsabilidades, "yo también merezco alguna, probablemente".
Clarke, que hoy testifica en el comité parlamentario que investiga los atentados del 11-S y que oportunamente sacó ayer a la calle su libro Contra todos los enemigos, afirma que una semana después de que Bush llegara a la presidencia, en enero de 2001, solicitó una reunión para hablar de Al Qaeda. La Casa Blanca, a través de su director de comunicaciones, Dan Bartlett, afirma que Bush asumió el peligro que representaba Al Qaeda y que, entre marzo y septiembre de 2001, hubo numerosas reuniones dedicadas a ello. Bartlett cree que Clarke tiene motivos políticos: "Ha elegido este momento, en medio de la campaña; tiene derecho a hacerlo, pero sus juicios, sus actos -o su inactividad- también debería revisarse". Aunque es evidente que el demócrata John Kerry usará esta munición en la batalla electoral, el senador Biden, también demócrata, dijo ayer en la cadena ABC que "es injusto culpar al presidente por las actividades de los terroristas".
En su libro, Clarke -que ha trabajado, en distintos puestos, para Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo y que dimitió de su cargo hace 13 meses- relata el encuentro que tuvieron él y un grupo de asesores con Bush el 12 de septiembre de 2002:
"Repasad todo, todo. Mirad a ver si ha sido Sadam".
"Pero, presidente, ha sido Al Qaeda", dijo Clarke.
"Ya lo sé, ya lo sé, pero... mirad si Sadam estaba involucrado. Simplemente eso. Quiero conocer cada detalle".
Cuando se iban, Bush insistió: "Mirad si está Irak o Sadam".
Clarke añade que desde ese mismo día, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quería atacar Irak: "Rumsfeld dijo que no había buenos objetivos en Afganistán y que en Irak había un montón", aseguró en la entrevista con la CBS. Condoleezza Rice, consejera de Seguridad, respondía ayer en The Washington Post que "hubiera sido irresponsable no buscar posibles implicaciones, incluida la de Irak" y que "cuando el presidente confirmó que no había esa implicación, dijo al Consejo de Seguridad Nacional, el 17 de septiembre, que Irak no estaba en la agenda y que la respuesta inicial de Estados Unidos a los atentados se dirigiría contra Al Qaeda y los talibanes en Afganistán".
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