Andreu Martín y Carles Quílez hacen un retrato humano y feroz de la Guardia Civil
Barcelona, 1991. Una banda de italianos planea asaltar el Palau de la Virreina para robar una valiosa colección de monedas; un extravagante estafador intenta extorsionar a un empresario haciéndose pasar por etarra; ETA asesina a nueve personas, entre ellas cuatro niñas, en un ataque a la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic. Con todo ello, que sucedió realmente, el escritor Andreu Martín y el periodista Carles Quílez han armado Asalto a la Virreina (Grijalbo y Rosa dels Vents, en catalán), una novela policiaca de casi 500 páginas que es un retrato feroz y humano de la Guardia Civil y un recorrido por los bajos fondos barceloneses.
"Es el caso más claro de la realidad que supera a la ficción y de la ficción que supera a la realidad. En resumen, que la realidad es increíble", explica Andreu Martín (Barcelona, 1948). El escritor, autor de novelas como Prótesis, Por amor al arte o Corpus delicti, es sobradamente conocido. Carles Quílez (Barcelona, 1966) es periodista de tribunales de Radio Barcelona.
Todo empezó cuando un juez contó a Quílez que, 10 años antes, unos italianos habían intentado asaltar el Palau de la Virreina entrando por las alcantarillas. Al periodista y al escritor les fascinó la historia y decidieron escribir una "ficción no convencional". Las cosas que cuentan sucedieron, pero no en el orden en que las narran. "Son las mentirijillas literarias que te permiten construir la carpintería de una novela", afirma Martín.
Asalto a la Virreina tiene una trama compleja en la que se van ensamblando todas las piezas del rompecabezas hasta llegar a un final sorprendente. Por la novela desfilan un sinfín de personajes: bujarrones, chaperos, prostitutas, timadores, confidentes. El estafador Monsieur Duval es, para los autores, el más entrañable de la novela. "Es un estafador que sigue funcionando. Fue él quien se fugó de la Modelo con una taza de café haciendo ver que se la llevaba al director de la cárcel", cuenta Quílez.
Guardia civil atormentado
Otro personaje sobresaliente es el teniente de la Guardia Civil José Antonio Molero, que se trasladó a Barcelona después de haber estado en los grupos antiterroristas en el País Vasco y que en Cataluña vuelve a encontrarse con ETA. Es un hombre atormentado, aterrorizado de su propia violencia cuando se enfrenta al terrorismo y a la vez exultante y salvaje cuando participa en la detención del comando Barcelona. La parte de la novela en que se describe el interrogatorio y torturas a una mujer del comando de apoyo es terrible.
"Hacemos un retrato de la Guardia Civil sin maquillaje. Para lo bueno y para lo malo", dice Quílez. "Hablamos varias veces con guardia civiles que participaron en la caída del comando Barcelona. Carles me había preparado, pero cuando nos contaron lo de las torturas me quedé impresionado", añade Martín.
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