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EL FUTURO DEL GOBIERNO CATALÁN

Maragall da por cerrada la crisis tras la renuncia de Carod a volver al Gobierno tripartito

"El Gobierno funciona bien; el problema está amortizado y resuelto", declara el presidente catalán

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, dio ayer por "cerrada" la crisis en su Gobierno y se mostró convencido de que la renuncia del líder de Esquerra Republicana (ERC) de volver al Ejecutivo colma las expectativas de todos los miembros del tripartito. El PSOE aceptó ayer esta solución. Maragall, que se entrevistó en Bruselas con varios dirigentes de la Unión Europea para dar la máxima normalidad a su Gobierno, aplazó los cambios en el Ejecutivo a la espera de examinarlos "con calma", aunque vio con muy buenos ojos la propuesta de Esquerra de que Josep Bargalló, un dirigente de la máxima confianza de Carod y actual consejero de Enseñanza, se convierta en conseller en cap.

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Ni en los peores momentos de la crisis desatada el miércoles al anunciar ETA una tregua parcial para Cataluña se le pasó por la cabeza a Maragall suspender el viaje que tenía programado a Bruselas. Para el presidente catalán, asediado y casi aislado -tuvo que cancelar una visita a Andalucía tras estallar el caso Carod-, el viaje de ayer le suponía un auténtico balón de oxígeno ante la familia socialista y las autoridades europeas.

En un solo día, Maragall se entrevistó con el comisario de Economía, Pedro Solbes; el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi; el responsable de la política exterior, Javier Solana, y el comisario responsable de Política Regional, Michel Barnier.

Tras llegar a Bruselas, alrededor de las 12.30, Maragall tuvo una breve conversación telefónica con Carod, que le permitió, al fin, respirar aliviado. El dirigente independentista le comunicó que aceptaba el nombramiento de otro conseller en cap de Esquerra -le sugirió que fuera Josep Bargalló-, lo que en la práctica cierra la puerta a su regreso tras las elecciones generales del 14 de marzo, a las que se presenta Carod.

La renuncia del líder de ERC a volver al Gobierno catalán era el gesto por el que el miércoles estuvo forcejeando el PSC para que el Gobierno sorteara el jaque recibido por el comunicado de ETA anunciando una tregua sólo para Cataluña. "Estoy satisfecho por el final de la crisis", afirmó Maragall en la primera conferencia de prensa que da como presidente de la Generalitat tras casi dos meses de mandato.

Maragall dejó claro que no exigía a Esquerra ningún otro gesto y que no le va a pedir a Carod ni que deje la secretaría general de su partido ni que renuncie a presentarse a las generales. "El Gobierno funciona bien; el problema está amortizado y resuelto, y Carod no va a volver", explicó un Maragall tranquilo y visiblemente satisfecho, que no ahorró elogios al esfuerzo "encomiable" de Esquerra.

El presidente de la Generalitat se mostró convencido de que la solución sería bien acogida por el PSOE y su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, como efectivamente sucedió. Y admitió que entendía las críticas que pudieran realizarse desde distintos sectores del PSOE al coexistir en este partido, recordó, "sensibilidades muy distintas", algo que no consideró negativo.

La crisis en el Gobierno catalán está, según sus dirigentes, filosóficamente cerrada -el tripartito no está en juego-, pero no aún materialmente porque Maragall ha aplazado la reforma del Ejecutivo.

El presidente de la Generalitat dejó entrever que acepta de buen grado el ascenso de Bargalló, actualmente consejero de Enseñanza y dirigente de ERC, pero no dio nada por definitivo e insinuó que habrá que estudiar con lupa el reparto de responsabilidades: "Hay que examinarlo con calma, conviene sopesar las capacidades de las personas, la lógica y la coherencia de las funciones de los consejeros y esto no se hace en cinco minutos", advirtió.

"Ni hoy ni mañana"

"[La reestructuración del Gobier-no] no será ni hoy ni probablemente mañana; hay que hablarlo bien", subrayó Maragall, quien de tanto elogiar a Bargalló dejó incluso abierta la posibilidad de que éste compagine el cargo de conseller en cap con el de titular de Enseñanza. Esquerra propone para este puesto a Marta Cid.

El retraso en los cambios de Gobierno obedece por lo menos a otros dos motivos. Maragall no quiso anunciar desde Bruselas algo tan importante como una reestructuración del Ejecutivo de la Generalitat. Y quiere meditar bien los retoques para que, ahora sí, el diseño del Ejecutivo sea duradero. Además, el presidente de la Generalitat quiere reforzar su papel de jefe del Ejecutivo visualizando que es él quien lo dirige y no los partidos que forman el tripartito.

Por lo dicho ayer en Bruselas por Maragall, la renovación del Gobierno no tiene por qué ser meramente un retorno mecánico al esquema que tenía el Ejecutivo antes de la crisis. El presidente catalán subrayó que "respeta" el contenido del pacto tripartito, pero también afirmó que "la dinámica del Gobierno no depende de lo que decidan los partidos", y evitó incluso concretar si las responsabilidades en política internacional -que según el pacto dependían del conseller en cap- volverán o no a su ubicación de origen.

Maragall insistió en su apuesta por renovar el Pacto Antiterrorista para incluir "a todas las formaciones democráticas" y muy particularmente a los nacionalistas catalanes y vascos. A su juicio, el pacto ha tenido efectos positivos, pero fue producto, dijo, de "un cierto egoísmo colectivo" de los dos partidos que lo firmaron, el PSOE y el PP. Maragall admitió que antes de las elecciones es difícil que su propuesta prospere -llegó a afirmar que José María Aznar "instrumentaliza el terrorismo" para conservar la mayoría absoluta-, pero propuso alterar "cláusulas de estilo", que no de fondo, para que todos los partidos se sientan cómodos en el Pacto.

La comisión de seguimiento de los tres partidos aprobó ayer una declaración en que considera "un insulto el comunicado de ETA", rechaza los ataques del PP y proclama la continuidad del Gobierno de izquierdas. Y, aunque de forma muy eufemística e inconcreta, viene a rechazar la entrevista de Carod con ETA, al criticar los "errores personales" del proceso. Lo significativo es que el comunicado lo firma Esquerra.

Pasqual Maragall y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ayer en Bruselas.
Pasqual Maragall y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ayer en Bruselas.JORDI BEDMAR

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