_
_
_
_
_
EL FUTURO DEL GOBIERNO CATALÁN

CiU, PNV y BNG dicen que "ETA persigue destrozar el nacionalismo"

Los partidos de la Declaración de Barcelona suscriben un documento

Luis R. Aizpeolea

Los principales líderes de los tres partidos firmantes de la Declaración de Barcelona se reunieron ayer en Madrid para pedir a todos los partidos, tras el comunicado de ETA, que asuman su responsabilidad política, "no haciéndole a la banda el mayor favor que puede desear, situarla en el centro político". A su juicio, ETA persigue destrozar las posibilidades de lograr de forma pacífica las reclamaciones del nacionalismo democrático.

Más información
Maragall da por cerrada la crisis tras la renuncia de Carod a volver al Gobierno tripartito

Artur Mas y Josep Duran LLeida, máximos dirigentes de CiU; Josu Jon Imaz, presidente del PNV, y Anxo Quintana, coordinador nacional del Bloque Nacionalista Galego, se reunieron ayer en Madrid para impulsar la Declaración de Barcelona, suscrita por vez primera en septiembre de 1998 por los líderes de los tres partidos nacionalistas, y cuya pretensión es "avanzar hacia el Estado plurinacional desde el máximo consenso". Se da la particularidad de que ninguno de los máximos líderes nacionalistas reunidos ayer suscribió el pacto hace cinco años pues lo hicieron sus predecesores en su cargos: Jordi Pujol, Xabier Arzalluz y Xosé Manuel Beiras.

Los renovados dirigentes nacionalistas acordaron celebrar la reunión de ayer hace varias semanas, pero decidieron mantenerla, pese al distorsionado clima político creado tras el comunicado de ETA en el que anunciaba la tregua limitada a Cataluña. No eludieron la cuestión y en un comunicado conjunto no sólo condenaron tajantemente a ETA sino que se mostraron perjudicados por su acción. Tras denunciar que "se le ha hecho a la banda el mayor favor al situarla en el centro del debate político", expresan que "tampoco se puede hacer del terrorismo un factor de división y de uso oportunista en la contienda electoral" puesto que así "sólo se conseguirá socavar las posibilidades de diálogo y quebrar la convivencia democrática". Con ello se alinearon con las críticas de la izquierda al PP.

Duran llegó a asegurar que uno de los objetivos de la banda terrorista es dinamitar las posibilidades reivindicativas del nacionalismo democrático. Y el presidente del PNV, tras calificar de "nauseabundo" y "vil" el comunicado de ETA, expresó su perplejidad porque una organización terrorista "haya sido capaz de poner patas arriba un Estado en 24 horas". Y lo atribuyó a "la ausencia de diálogo entre las formaciones políticas" porque "ETA utiliza las fisuras, las fracturas, las divisiones y las simas".

Fue el preámbulo para dirigir un duro ataque al Gobierno desde el "nacionalismo cívico", una novedad terminológica con la que Imaz trata de distanciarse de las críticas de "nacionalismo étnico" dirigidas a su partido en el pasado inmediato.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los tres principales partidos nacionalistas acusaron al Gobierno del PP de "imponer esta legislatura un modelo de Estado uniformista que excluye las diferentes realidades nacionales y las diversas sensibilidades políticas y sociales que conviven en su seno". Y proponen, en referencia al Gobierno del PP, "la sustitución de los monólogos políticos, los frentismos estériles y la crispación" por "una nueva cultura del diálogo político sin exclusiones, multilateral y radicalmente democrático".

En cuanto a sus objetivos, los tres principales partidos nacionalistas coinciden en que tras las elecciones generales del 14 de marzo se abre la posibilidad de impulsar un avance en el autogobierno con "un diálogo abierto, sin límites, sin condiciones y sin miedo".

No fueron muy precisos, en su comunicado, en el desarrollo de sus objetivos. Coinciden en apostar por "el claro reconocimiento jurídico-político de las respectivas realidades nacionales" y confían en que la "nueva estructura del Estado", además de una "justa reclamación política" producirá "mayor bienestar social y progreso económico", en la línea de un "nacionalismo cívico".

Los tres representantes nacionalistas aseguraron que intensificarán los contactos entre partidos y llevarán iniciativas conjuntas en el Parlamento en materias recogidas en la Declaración de Barcelona.

En este sentido, los nacionalistas mantienen vigentes sus reclamaciones de reforma del Tribunal Constitucional y su sistema de elección de los magistrados; el derecho de las selecciones deportivas de las nacionalidades a participar en competiciones internacionales; así como la presencia de las nacionalidades en los Consejos de Ministros de la Unión Europea en asuntos que afecten a sus competencias.

Ampliación del pacto

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, se reunió el miércoles con el candidato del PP, Mariano Rajoy, con el objetivo de tantear una ampliación del Pacto Antiterrorista, limitado desde su suscripción, en diciembre de 2000, a populares y socialistas. Duran también mantuvo contactos con el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, así como con los partidos que integran la Declaración de Barcelona junto a CiU: PNV y BNG. Próximamente se entrevistará con el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

Fuentes próximas a Duran afirman que las conversaciones continuarán tras la celebración de las elecciones del 14 de marzo. Sin embargo, desde otro ámbitos, incluido el PP, hay escepticismo sobre el resultado de las mismas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_