Expertos reunidos en Sevilla creen inmoral no usar la clonación para curaciones

El rechazo a la clonación reproductiva es unánime entre los especialistas en bioética, pero también desaprueban que se frenen investigaciones dirigidas a combatir enfermedades porque empleen técnicas que incluyen la clonación de embriones. "Hay que poner mucha cautela y prudencia, pero estamos obligados a investigar vías terapéuticas para mejorar la salud de la gente", indicó ayer Lydia Feito, profesora de Filosofía Moral de la Universidad Rey Juan Carlos. "Sería inmoral no hacer algo por ayudarlos", agregó.

Feito cree que los últimos avances obligan a replantearse aspectos éticos, pero que los frenos deben estar "motivados" para evitar que coarten "la libertad de investigación". Precisó que hay límites "claros" como la oposición a la investigación con fines comerciales. "Sólo el fin terapéutico justifica privar de protección al embrión", defendió tras explicar que el embrión tiene un "valor especial" sin por ello poseer condición de persona.

Durante el 6º Congreso Nacional de Bioética, que ha reunido a unos 200 expertos en Sevilla, el presidente de la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica, el cardiólogo Manuel de los Reyes, señaló que los límites a la ciencia deben fijarse a través de leyes y la "autorregulación".

Cambiar la ley

"No hay que asustarse, en 1967 hubo que modificar la legislación para hacer posibles los trasplantes", recordó. El cardiólogo no comparte la teoría de la "pendiente deslizante" que algunos esgrimen frente a la clonación terapéutica (la de iniciar una cadena de avances imparables que culmine en hechos inaceptables como la clonación de un humano): "La historia nos dice que no es así y que los científicos y legisladores son capaces de corregir". Cree que sería "inmoral" no explorar una vía que lleva a terapias que pueden ayudar a combatir enfermedades en el futuro.

Otro congresista, considerado uno de los impulsores de la bioética en España, el profesor de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense, Diego Gracia, indica que, excepto los raelianos, ningún científico apoya la clonación reproductiva, contra la que esgrime barreras legales mediante su tipificación como delito. Gracia prevé una "convergencia" de todas las legislaciones para aceptar "en un plazo prudencial" y con "todo tipo de precauciones" las técnicas que emplean la clonación con fines terapéuticos. Una de las trabas que debe seguir vigente citadas por el profesor es el origen: "No se pueden crear o abortar embriones con este objetivo". Gracia, además, alerta contra las expectativas: "No sería bueno que los pacientes creyesen que esto está al alcance". El profesor calcula que faltan más de 10 años para que las nuevas técnicas puedan aplicarse en medicina.