China ordena a sus autoridades locales que estén "vigilantes"
China, que durante la semana de vacaciones por el Año Nuevo Lunar, que ayer finalizó, mantuvo un perfil bajo a la hora de enfrentarse a la epidemia de gripe del pollo que recorría otros países, ha multiplicado las informaciones desde que el pasado martes anunció que sufre un brote en la provincia sureña de Guangxi, y está investigando otros dos en Hunan y Hubei.
El presidente, Hu Jintao, de visita oficial en Francia, y el primer ministro, Wen Jiabao, dijeron a través de la agencia Xinhua que el trabajo de prevención y control de la enfermedad "debe hacerse de forma efectiva siguiendo métodos científicos y de acuerdo con la ley", y pidieron a los gobiernos locales que estén "muy vigilantes".
Las autoridades aseguraron que el brote de Guangxi está bajo control, afirmaron que han sido sacrificadas unas 60.000 aves en el país y urgieron a los residentes de Pekín a que no se alarmen. La televisión mostró imágenes de animales mientras eran enterrados en Guangxi.
La Comisión Europea decidió ayer suspender las importaciones de pájaros domésticos, como loros y periquitos, de los países afectados por la gripe aviar. Esta restricción se añade a la ya impuesta a los pollos de consumo.
Algunos expertos creen probable que la epidemia aviar se originara precisamente en China. La revista británica New Scientist publicará el sábado que, según varios científicos no identificados, el brote "se inició el primer semestre del 2003, probablemente en China". Estas fuentes atribuyen el inicio de la expansión del virus al ocultamiento por parte de las autoridades chinas y a ciertas "prácticas discutibles de los granjeros".
El responsable de la gripe en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Klaus Stvhr, ha indicado que hay muestras recogidas a principios del año pasado que contienen exactamente la misma cepa que ahora.
