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LA PROPAGACIÓN DE UNA ENFERMEDAD

Un golpe para el turismo y la industria avícola

La crisis abierta por la propagación de la gripe del pollo está teniendo repercusiones que, más allá de la propia industria avícola, se dejan sentir en el turismo y las bolsas del sureste asiático. De momento, el país más afectado económicamente es Tailandia. La Comisión Europea anunció ayer que las importaciones de pollos tailandeses y sus derivados estarán prohibidas en toda la Unión al menos durante cinco meses, dada la amplitud de la epidemia de gripe aviar. El anuncio supone un mazazo para Tailandia, cuarto productor mundial avícola, ya que Europa es el segundo destino de sus exportaciones tras Japón, que también ha prohibido la entrada. Las ventas tailandesas de pollos en el exterior ascendieron el año pasado a unas 500.000 toneladas, por un valor de 1.300 millones de dólares.

El primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, que se encuentra bajo presión política por haber ocultado el brote durante semanas, ha prometido que acabará con la crisis en un mes y que compensará a los granjeros por las pérdidas. Pero la factura puede ser elevada si el país, que cría 1.000 millones de aves al año, tiene que seguir sacrificando animales.

En 1997, Hong Kong eliminó toda la población avícola para acabar con el brote de gripe aviar que provocó la muerte de seis personas. De momento, el Gobierno tailandés ha dicho que prevé gastar 1.000 millones de bath (20,3 millones de euros) en ayudas a los afectados, a razón de 40 bath por pieza, lo que significa 25 millones de animales. Además, les ha prometido ayudas para reflotar los negocios. La industria avícola representa alrededor del 1% del PIB tailandés. En Corea del Sur, los consumidores han comenzado a dejar de comprar carne de pollo. El precio ha caído un 30%, hasta 640 won (0,43 euros) el kilo. Filipinas ha ordenado estrictas medidas de cuarentena para impedir la entrada del virus.

Caída en Bolsa

El efecto de la crisis ha llegado a los mercados de valores. La Bolsa tailandesa bajó ayer casi un 4%, arrastrada por las pérdidas de dos de los mayores exportadores de pollos, y la indonesia, un 1%. El bath cayó hasta 39,30 unidades por dólar, el mínimo valor de las tres últimas semanas. Las acciones de la aerolínea Thai se hundieron un 7,2%, ante el temor de las consecuencias de la crisis sobre la industria turística, que se estaba recuperando del varapalo sufrido el año pasado por el SARS. Aquí es donde podría producirse el mayor impacto en Asia si la epidemia no es atajada pronto. Según los analistas, la imposibilidad de exportar pollo a Europa y Japón podría costarle a Tailandia entre el 0,2% y el 0,3% del PIB, respecto al 8% que prevé crecer en 2004.

Otra cuestión es el turismo. Esta industria genera unos 8.000 millones de dólares al año (alrededor del 6% del PIB nacional) y atrae unos 10 millones de visitantes al año a Tailandia. El Reino Unido ha advertido a sus turistas que viajan a Asia de que tomen precauciones y se mantengan alejados de los mercados de aves y las granjas.

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