Un toque de madera nueva

Tomás Cusiné es conocido y apreciado por sus vinos de Castell del Remei, sobre todo el merlot , elaborados en la denominación de origen Costers del Segre. Con su bodega Celler de Cantonella, creada hace siete años, se dedica a elaborar vinos de alta expresión. Proceden de viñas poco productivas, viejas pero sanas, del excepcional viticultor Josep Gallart, lo que permite largas maceraciones.

Así se consigue dotarlos de una estructura poderosa, de un paladar intenso y concentrado donde el leve toque de la madera nueva marca la diferencia. Un buen ejemplo es su blanco a partes iguales de macabeo y chardonnay, fermentado en barrica. Vino a la moda que no cae en lo fácil ni en las burdas imitaciones. Al contrario, gusta su estilizada potencia en la nariz, donde los aromas de fruta madura y tostados se combinan delicadamente con las notas amieladas y florales. Hay una presencia aún destacada de la madera, con el carácter del roble nuevo donde ha fermentado y reposado sobre sus lías finas. En la boca es ágil como los ciervos que le dan nombre, pero con cremosidad y potencia sápida, resaltada por la adecuada acidez. Un blanco lleno de sensual placidez.