La verdad, el individuo, el sexo y la muerte son las grandes obsesiones de la cultura occidental. Aplicadas al arte, todas ellas conducen al desnudo. En ese sentido, la muestra que se inaugura hoy en la Galería de Arte Moderno de Bolonia traza sobre una multitud de cuerpos humanos el itinerario del pensamiento de los dos últimos siglos, desde el idealismo de los neoclásicos de principios del XIX hasta el estupor y la saturación que caracterizan el arte en el arranque del siglo XXI.
La puerta del apartamento parisiense de Marcel Duchamp, que comunicaba el estudio y el dormitorio, ha provocado las "puertas giratorias" de la exposición Revolving Doors, presentada ayer en la Fundación Telefónica, de Madrid (Fuencarral, 3).
Con un libro sobre la verdad casi en las manos y dos más en la cabeza (uno sobre música y otro sobre política), Eugenio Trías (Barcelona, 1942) asegura encontrarse en un momento pleno de su pensamiento filosófico. Ayer recibió en Madrid, rodeado de amigos y familiares, la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes, una distinción que reconoce la obra de este autor que defiende "las complejas formas" de la filosofía.