Rajoy reta a Zapatero a salir de los gobiernos donde no fue el más votado

Mariano Rajoy, líder del PP, retó ayer a su contrincante socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, a que "dé instrucciones inmediatas" en todas las comunidades autónomas y ayuntamientos en los que "gobierna sin ser la lista más votada" para "cumplir" con su promesa del domingo pasado. Zapatero prometió que no intentará formar Gobierno si el PSOE no es la lista más votada el 14 de marzo, pero gobierna sin serlo en varias capitales de provincia y en la comunidad de Cantabria. "Y si no lo hace, pues no me lo creo", zanjó Rajoy.

El líder socialista, en opinión de Rajoy, "dice exactamente lo contrario de lo que hizo y, lo que es más grave, de lo que está haciendo". Lo que hizo fue formar Gobierno en Baleares en la anterior legislatura con un pacto de todos los grupos contra el PP, o pactar con IU en la Comunidad de Madrid para desbancar a Esperanza Aguirre, un pacto que se frustró por la fuga de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. El PP destaca que León, la ciudad natal de Zapatero, es una de esas ciudades en las que el PSOE gobierna en coalición pese a que el PP fue el partido más votado.

La reclamación de Rajoy para que Zapatero "dé instrucciones inmediatas" para que su promesa del domingo "tenga alguna credibilidad" fue muy aplaudida en la Junta Directiva Nacional (el máximo órgano entre congresos) con la que el PP arrancó ayer su precampaña electoral tras la disolución de las Cortes.

Jesús Caldera, portavoz parlamentario del PSOE, exigió a Rajoy que no confunda los acuerdos en ayuntamientos y comunidades autónomas con la gobernabilidad del país, informa Carlos E. Cué. Caldera hizo una comparación: dijo que José María Aznar se ha retirado tras gobernar ocho años y Manuel Fraga lleva 14 al frente de la Xunta de Galicia. Según Caldera, el PP y Rajoy son "incapaces de estar a la altura" de Zapatero. "Es lógico que no comprendan un compromiso de calado profundamente democrático porque son el partido de la mentira", concluyó.

El reto que Rajoy lanzó a Zapatero desde la Junta Directiva Nacional de su partido no fue la única referencia al PSOE. El líder del PP pidió a su principal adversario "un acuerdo para garantizar la igualdad de todos los españoles en obligaciones y derechos". Rajoy pretende ese acuerdo para que sean iguales en todas las autonomías la cobertura de todas las pensiones, la educación y la sanidad. Según él, eso "sí lo demanda la mayoría de los españoles" y el PSOE "ha dicho justamente lo contrario".

El líder del PP aseguró que "desgranará" su programa electoral en una serie de foros de debate que arrancará mañana en Valencia. "El nuestro no es un programa para las elecciones sino un programa de Gobierno" y por eso no contiene "una puja de frivolidades". Rajoy puso un ejemplo muy jaleado por los suyos: "Yo no ofreceré tipo único del IRPF; después diré que eso no sino tres tipos y al final que no haré propuestas hasta que llegue al Gobierno porque no tengo los datos. ¡Bromas, las imprescindibles!".

Rajoy llegó a dos conclusiones del "mes de propuestas del PSOE". Según él, tras escucharlas, "los españoles creen que el PSOE no tiene ni modelo de Estado ni modelo económico y saben que el PP tiene modelo de Estado y modelo económico".

Aún más, pretendió que sólo una victoria del PP garantiza que continuará el crecimiento económico de los últimos años. "Prosperidad económica e incertidumbre política son términos incompatibles", aseguró, para advertir de la "incertidumbre política" que generan, a su juicio, "las 17 agencias tributarias y los 17 tribunales supremos" que proponen los socialistas. "No es ajeno al feliz rumbo de la economía española la estabilidad política y constitucional que hemos tenido estos 25 años". Y eso está en riesgo ahora por el "sarpullido" nacionalista de los últimos meses.

Su alternativa será "no proponer ninguna reforma de la Constitución", porque ni está "justificado a los ojos de la mayoría" ni goza de "consenso suficiente". El programa del PP, a cambio, estará "dirigido a las personas normales y corrientes que cada día abren el país a primera hora de la mañana, se esfuerzan por salir adelante y no pierden el sueño por cambiar el Senado o la Constitución".