París y Berlín pactan con EE UU la reducción de la deuda iraquí
A los tres días de la captura de Sadam Husein, el presidente francés, Jacques Chirac, recibió ayer al ex secretario de Estado norteamericano, James Baker, y los dos hombres resaltaron "la importancia de trabajar juntos en la reconstrucción de Irak", según fuentes del palacio del Elíseo. El motivo formal de la visita era tratar sobre la deuda iraquí, un asunto sobre el que Francia ya había anunciado 24 horas antes que estaba de acuerdo en cancelarla parcialmente, y que ayer reiteró Chirac a James Baker. Éste último recibió después en Berlín un mensaje similar.
Chirac y Schröder se pusieron de acuerdo con su interlocutor en que el porcentaje de reducción de la deuda iraquí y los detalles del procedimiento se decidirán en el Club de París, entidad que acoge a los 19 mayores acreedores de Irak, a los que este país debe globalmente unos 41.000 millones de dólares.
La diplomacia francesa se anticipó a la visita de Baker. El propio ministro de Exteriores, Dominique de Villepin, anunció la buena voluntad francesa a una delegación del Gobierno provisional de Bagdad, antes de la llegada de Baker. Esto permitió escenificar la aproximación existente entre el ex secretario de Estado y el presidente francés, sin necesidad de descender a demasiados detalles.
Sin embargo, esos detalles son importantes. El Club de París sólo negocia con representantes de Estados soberanos, lo cual excluye todo acuerdo mientras Irak sea gestionado por una administración norteamericana. Un pacto sobre la deuda iraquí sólo podrá conseguirse cuando haya en Irak un gobierno soberano.
La delegación del Gobierno provisional iraquí, que se encuentra en París desde el lunes, trató de tranquilizar ayer a representantes de 80 empresas, desde el gigante petrolero Total hasta pequeñas sociedades interesadas en Irak. Ante los empresarios, el presidente del Gobierno provisional, Al Hakim, marcó algunas distancias respecto a EE UU: "Nuestro primer objetivo es el de poner término a la ocupación de Irak a través de la transferencia [del poder] a los iraquíes lo antes posible", les dijo, según se informó al término de la sesión. Al Hakim evocó "la larga experiencia y la relación pasada de nuestros hermanos franceses con el pueblo iraquí", lo cual hizo concebir esperanzas de que las empresas francesas puedan participar en la reconstrucción a medio plazo, pese al veto de EE UU.
Por la noche, James Baker se entrevistó en Berlín con el canciller Gerhard Schröder. Tras esa reunión, el Gobierno alemán manifestó también su buena disposición "no sólo a la reestructuración de la deuda de Irak, sino a una reducción sustancial". Alemania es el acreedor más importante de Irak, con 4.400 millones de dólares, seguido de Japón, con más de 3.000 millones, y de Francia, que se aproxima a esa cifra.
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