La cumbre de Ginebra aplaza la eventual creación del Fondo de Solidaridad Digital

El último punto conflictivo que separaba a los países ricos de los pobres para poder llegar pacíficamente a la Cumbre por la Sociedad de la Información, que se inaugura hoy en Ginebra, se resolvió ayer con una filigrana diplomática. Los países africanos encabezaban la petición de un Fondo de Solidaridad Digital para sufragar los planes de acción que aprobará la cumbre para combatir la brecha digital. EE UU, la UE y otros países desarrollados se oponían a ello y sostenían que debe acudirse a los fondos ya existentes. La solución consiste en darse más tiempo para tomar la decisión.

La Declaración de Ginebra reflejará estas dos posturas. En el plan de acción se concreta que, bajo los auspicios de la ONU, se crea una comisión para estudiar innovaciones en los mecanismos de financiación. Entre ellas figura un eventual fondo digital. La decisión final deberá tomarse en la segunda fase de la cumbre, que se celebrará en Túnez en 2005. Es el segundo tema que se aparca dos años. El primero fue la decisión sobre qué organismo tendrá a su cargo el gobierno técnico de Internet. Esa segunda cumbre estaba pensada como de seguimiento, pero las circunvalaciones diplomáticas están llenando anticipadamente su agenda.

En la cumbre de Ginebra que hoy comienza participarán más de 170 estados, pero los líderes de las grandes potencias estarán ausentes, un signo de desinterés y de prudencia. Al no haberse despejado hasta ayer todas las incertidumbres sobre si se llegaría a una declaración consensuada, muchos mandatarios han preferido no arriesgarse a asistir a un fracaso. Los africanos serán mayoría. Ayer llegó a Ginebra Robert Mugabe, presidente de Zimbabue, que tiene prohibido pisar territorio suizo y de la UE por su política liberticida. Suiza explicó en un comunicado que había autorizado su visita "porque es un invitado de la ONU".

Mientras, las actividades alternativas de las organizaciones civiles proliferan. Reporteros sin Fronteras (RSF) anunció ayer la creación de una radio pirata expresamente lanzada para la cumbre. Radio Non Grata emitirá desde un castillo de la vecina Francia. Robert Menard, secretario general de la organización, que ha sido vetado en la cumbre, explicó a este diario el origen del problema: "Hace seis meses, RSF fue apartada de la Comisión de Derechos Humanos, a petición de los regímenes más represivos de la libertad de prensa, por haber criticado que la presidencia de la comisión se diera a Libia. Por esa exclusión no podemos acudir a Ginebra". Según Menard, la sociedad civil está "de hecho" excluida de la cumbre. "Esta cumbre tiene el peligro de legitimar la actitud de regímenes que buscan siempre pretextos para limitar la libertad de expresión", precisó.

El Gobierno español ha editado un libro que mañana presentará en la cumbre con materiales surgidos de las reuniones preparatorias españolas mantenidas con el sector privado y las organizaciones civiles. Se titula La sociedad de la información en el siglo XXI: un requisito para el desarrollo. No es un libro programático. Estefanía Chereguini, una de las coordinadoras del trabajo desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, explica que se ha intentado con el libro "compartir experiencias, escuchar otras voces". Recoge 50 buenas prácticas, tanto del sector privado como del público. "Se centra en dos temas preferentemente, el aprendizaje y la inclusión de los colectivos con más dificultades".

La organización Internet Society, por su parte, presentó ayer en Ginebra las jornadas que se celebrarán el año próximo en Barcelona en torno a un Internet abierto a todos, seguro y respetuoso de la privacidad.