Osakidetza promete reducir la consulta de los especialistas a menos de un mes en 2007

El Plan Estratégico de Osakidetza 2003-2007, presentado ayer por el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, ante 200 directivos del servicio promete que al final de su vigencia ningún paciente tendrá que esperar más de 24 horas para recibir atención primaria ni más de un mes para ser visto en una primera consulta por un especialista. En estos momentos, casi un 40% de los enfermos supera esos plazos. El plan fija 20 objetivos estratégicos relacionados con la atención al usuario, la implicación del personal, la calidad, la gestión empresarial y la investigación e innovación.

Todavía hoy, 36 de cada cien personas que solicitan una consulta a su médico de familia tardan más de 24 horas en ser atendidos. Y aún hay un 37,2% que debe esperar más de un mes para ser visto en una primera consulta externa de una especialidad o para que se le practique una prueba exploratoria complementaria.

Reducir a cero esos porcentajes de espera forma parte de los objetivos que se fija el Plan Estratégico de Osakidetza para el período 2003-2007, que ayer presentó el consejero de Sanidad Gabriel Inclán, ante 200 directivos y cuadros de Osakidetza. Sin embargo, el plan no se plantea rebajar el plazo máximo de seis meses de espera actual para las operaciones quirúrgicas programadas, que se considera aceptable.

Esa reducción en los plazos de atención requiere, según resaltó el director general del Servicio Vasco de Salud, Josu Garay, de una mejora en la continuidad del proceso que siguen los pacientes entre los distintos niveles de atención.

Siempre en el terreno de la atención al usuario, el plan pretende elevar en 10 puntos, hasta el 50%, el porcentaje de operaciones de cirugía mayor ambulatoria y ambiciona consolidar la hospitalización a domicilio y las unidades de corta estancia. En el plazo de vigencia del plan estará implantada también al 100% la historia clínica unificada.

En otro de los grandes objetivos, la implicación de su personal, el plan persigue que los empleados del servicio mejoren sus competencias y capacidades , incluida la lingüística: dentro de cuatro años, el 20% de la plantilla deberá ser capaz de atender a los pacientes en euskera, según las previsiones ya recogidas en el Plan de Euskadunización de Osakidetza. Tambíen aspira a elevar hasta el 60% el porcentaje de sus profesionales con una impresión positiva sobre el reconocimiento que recibe su trabajo y sobre su desarrollo profesional.

El plan realiza además una ambiciosa apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+I), practicada con sujeción a "una adecuada evaluación".

Para 2007, Osakidetza quiere tener planes de I+D+I en el 30% de sus organizaciones de servicios y que la mitad de los proyectos de investigación se realicen con financiación externa. Igualmente, el Servicio Vasco de Salud quiere que al menos un 20% de esos proyectos investigadores vengan dados por las necesidades y objetivos corporativos y que un 30% de su personal clínico esté implicado en alguno de ellos. También se persigue que los resultados de las investigaciones alcancen a ser publicados, en su mayor parte, en revistas de prestigio e impacto internacional.

En el terreno de la calidad el plan generalizará al total de los servicios la evaluación externa de sus sistemas de gestión y aspira a que al menos la mitad de las unidades y servicios funcionen con objetivos de calidad y a que el 80% de ellas tengan diplomas Euskalit en 2007.

El plan aborda también el desarrollo empresarial y de gestión, en el que se apuesta por potenciar la autonomía económica y de gestión de los centros Osakidetza trata de tener, al final del período, plantes estratégicos en todas sus organizaciones de servicios, los hospitales entre otras, y planes de gestión en al menos la mitad de los centros de salud.

Garay indicó que el objetivo último de toda esta planificación es colocar la organización sanitaria pública a punto para responder al las exigencias del futuro inmediato. Entre los factores que lo condicionan, destacó el aumento en la exigencia de calidad por parte de los usuarios, las nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas, la prevalencia de la enfermedad crónica por el envejecimiento de la población, las demandas de la inmigración y los cambios que acarrearán el desarrollo del genoma, la telemedicina y la informática. Garay anunció que harán falta fórmulas y sistemas nuevos de financiación y trabajar bajo "un estricto control y austeridad en el uso de los recursos".