Arias Cañete lamenta la desunión en el sector olivarero frente a la reforma de las ayudas europeas
Los presidentes de 20 cooperativas dimiten por la discrepancia entre la Junta y el Gobierno
El sector del aceite de oliva anda hecho un gallinero. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, lamentó ayer la división palpable entre las organizaciones agrarias ante la reforma del sistema de ayudas propuesta por la Comisión Europea y advirtió de que la divergencia también se produce entre comunidades autónomas. El ministro de Agricultura aseguró que transmitirá el lunes al comisario europeo, Franz Fischler, su oposición a la reforma. Pero también dio por hecho que el incremento en el dinero asignado a España, la única exigencia común de todo el sector, no será posible.
"La propuesta del comisario Fischler no gusta a las organizaciones agrarias como tampoco al Estado español, pero también es cierto que las organizaciones están totalmente divididas entre sí, no sólo dentro de la propia Andalucía, en España la división todavía es más fuerte", corroboró Arias Cañete en Sevilla. Hasta ahora, los olivareros cobran una ayuda de 1,3 euros por kilogramo de aceite, siempre que no se supere una producción nacional de 760.000 toneladas. Desde 1998, este cupo se ha superado siempre por lo que las penalizaciones se han comido un 30% de la ayuda.
Fischler quiere ahora sustituir la ayuda a la producción real por un subsidio dividido en dos tramos: un 60% ligado a la producción media de los últimos años y un 40% que distribuirá directamente cada Estado y que se asignará preferentemente al olivar marginal.
Las representaciones regionales de las asociaciones agrarias Asaja, COAG y Faecta (cooperativas) firmaron el jueves un documento en el que exigen que al menos el 50% de la ayuda siga vinculada a la producción real de cada campaña. Arias Cañete mostró ayer su escepticismo sobre este planteamiento. "Hay que ser realistas", comentó, tras recordar que los acuerdos del Consejo de Luxemburgo de la UE del pasado junio apostaban por anular ese tipo de ayudas.
El ministro de Agricultura también puso en duda que se pueda lograr un incremento presupuestario para España que reconozca la producción oleícola nacional (un millón de toneladas de promedio), por encima del cupo asignado por la CE (760.000 toneladas) desde 1998. La Junta y todas las organizaciones agrarias piden un incremento de esta asignación (1.000 millones en la actualidad), que varía entre los 150 y los 200 millones de euros. "El campo español y andaluz va a seguir recibiendo volúmenes financieros similares a los que actualmente vienen recibiendo", auguró Arias Cañete.
COAG, Asaja y Faecta han convocado para el lunes una manifestación frente a la sede del Ministerio en Madrid para exigir que el Gobierno central asuma sus planteamientos. UPA, que se ha desmarcado del acuerdo tripartito entre Asaja, Coag y Faeca, demandó ayer un nuevo esfuerzo para recomponer la unidad del sector. El secretario regional de UPA en Andalucía, Agustín Rodríguez, instó ayer al consejero de Agricultura, Paulino Plata, a convocar a todas las organizaciones agrarias sobre el referente de la declaración institucional aprobada por la Junta.
Rodríguez anunció la disposición de su organización a renunciar "a la totalidad" de los principios expuestos en la llamada Declaración de Jaén (apoyada por medio centenar de cooperativas), pero exigió la misma actitud del resto de asociaciones. Además del incremento presupuestario, UPA defiende presionar a Bruselas para que disminuya el porcentaje de ayuda destinado a olivar marginal, que en Andalucía no es tan importante como en otras comunidades.
Nuevo consenso
La UPA y el vicesecretario general del PSOE de Jaén, José Pliego, reclamaron un nuevo consenso alrededor de la posición de la Junta. El Ejecutivo andaluz plantea a Bruselas que a las explotaciones que hayan cobrado menos de 5.000 euros en los últimos ejercicios (el 88% en el caso andaluz) se les destine una única ayuda, basada al 100% en la producción media de los últimos años.
Por otra parte, los presidentes de una veintena de cooperativas oleícolas de la provincia de Jaén se entrevistaron ayer con el subdelegado del Gobierno, Francisco López Pastor, y con el delegado del Gobierno andaluz, Francisco Reyes, para anunciarles su intención de dimitir por la faltad de unidad que observan entre ambas administraciones. Los dirigentes representan a cooperativas de las comarcas de olivar de bajo rendimiento, pero también a otras zonas más productoras, como La Loma o Las Villas. Los dos responsables políticos le trasladaron su rechazo a la propuesta presentada por el comisario Fischler.
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