"Japón puede ayudar a evitar la amenaza terrorista en Irak"
Ministro de Defensa desde hace poco más de un año, Shigeru Ishiba afirma que, aunque se llamen Fuerzas de Autodefensa, lo que Japón tiene es un auténtico Ejército al que dedica el "tercer presupuesto militar del mundo", y no entiende la tremenda oposición que hay en el país al envío de mil soldados a Irak. Si las tropas japonesas tienen "los medios y el conocimiento para ayudar a evitar la amenaza terrorista, ¿por qué no hacerlo?", se pregunta poco después de que el Gobierno decidiera posponer por segunda vez el envío del primer contingente japonés que, desde la II Guerra Mundial, actuará en otro país sin un mandato de la ONU.
Ishiba, de 46 años, recibe a EL PAÍS en la nueva sede del Ministerio de Defensa de Japón, antiguo Cuartel General del Ejército, adonde fue, en 1970, Yukio Mishima, el mejor novelista japonés de la posguerra, para suicidarse haciéndose el haraquiri.
Según Ishiba, "Japón responderá en la medida de lo posible" al llamamiento hecho por Naciones Unidas a la comunidad internacional "para la reconstrucción de Irak y para mantener la seguridad en ese país". "Japón puede colaborar con sus Fuerzas de Autodefensa para proteger a Irak de los terroristas y ayudar a la estabilización del país", señala.
Las Fuerzas de Autodefensa de tierra, mar y aire constan de 240.000 soldados entrenados y pertrechados con uno de los equipamientos más avanzados del mundo, pero su carácter es defensivo, de ahí que no tengan, como otros países, un arsenal de misiles cuya misión es ofensiva. El ministro indica que otras diferencias básicas son que en Japón "no hay un código militar estricto, y las penas por incumplimiento de órdenes son bastantes más leves que en cualquier otro país".
Ishiba rechaza que haya una escalada del militarismo japonés, y subraya que los gastos militares "no han variado apenas" si se comparan con los de países como China. "Como ministro que soy, no puedo expresar mi opinión personal sobre si Japón debe o no abandonar su tradicional pacifismo", dice al referirse a la reforma del artículo 9 de la Constitución, por el que Japón renuncia a la guerra y a tener un Ejército regular. Ishiba, sin embargo, es considerado uno de los miembros más nacionalistas del Gabinete de Junichiro Koizumi, otro nacionalista, y antes de hacerse con la cartera de Defensa se refería a la necesidad de que Japón "regularizara" la situación de sus Fuerzas Armadas, incluida la Policía Militar.
Según Ishiba, el Gobierno se preparaba para debatir la reforma constitucional en el Parlamento, pero, a la vista de los resultados electorales, "por el momento no está previsto hacer cambios" en la Carta Magna impuesta en 1947 por EE UU durante su ocupación de Japón. "Hay muchas interpretaciones posibles sobre si Japón tiene derecho o no a colaborar en la defensa de otros países aliados y de qué forma puede hacerlo", sostiene sin referirse al envío de tropas a Irak aprobado en julio.
El miembro más joven del Gabinete de Koizumi asegura que "Japón no tiene intención de atacar a Corea del Norte", aunque ese país "posea o esté fabricando armas nucleares" y pese a que el Gobierno de Kim Jong Il es un "enemigo para la seguridad nipona". "Evidentemente, hay que evitar que Corea del Norte llegue a lanzar un misil nuclear sobre Japón", dice el ministro de Defensa del único país que ha sufrido dos explosiones atómicas.
Desde que Bush llegó a la Casa Blanca, exige a Tokio que, además de contribuir económicamente, participe de forma activa en la defensa de los intereses de Occidente. Esto se corresponde en parte con la tendencia dominante en el Partido Liberal Democrático, que preside Koizumi, que aboga por una mayor independencia de Japón del paraguas norteamericano y por preparar a su Ejército para las distintas eventualidades.
"Terminada la guerra fría, ha desaparecido el peligro de enfrentamiento entre grandes potencias, pero no en cambio el de conflictos de menor nivel", concluye Ishiba antes de enfatizar que el Imperio del Sol Naciente "no tiene intención de intervenir militarmente en conflictos internacionales, pero, si es necesario,
puede participar para prestar apoyo humanitario o logístico en mayor grado que ahora".
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