La poesía centra el Congreso de la Lengua que se abre hoy en Valladolid
Grandes poetas y filólogos debatirán la necesidad y la vigencia del género durante tres días
Hoy se inaugura en Valladolid la IV edición del Congreso Internacional de la Lengua, que convocará a numerosos expertos venidos de medio mundo para debatir el presente y el futuro del arte poético contemporáneo. Durante tres días, escritores, lingüistas, filósofos y poetas dejarán en la ciudad sus impresiones de lo que representa actualmente la poesía hecha en español, que será cantada en otros tantos recitales, programados en el teatro Calderón al final de cada jornada. El director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, abrirá los debates.
El título da idea de lo que el congreso propone debatir hasta el próximo miércoles: Poesía necesaria. A lo largo de tres días pasarán por Valladolid poetas como José Manuel Caballero Bonald, Antonio Jiménez Millán, Ángel González, el colombiano Álvaro Mutis, además de otros expertos como Victoriano Crémer y Gonzalo Santonja, o los cubanos Ernesto Ortiz y Carilda Oliver. Esta IV edición del congreso debería haberse celebrado el pasado mes de marzo, pero se aplazó después de que algunos participantes como Mutis, Oliver o la italiana Rosa Rossi anunciaran que preferían no desplazarse a Valladolid por la incertidumbre internacional que se vivía en aquellos días en todo el mundo ante la inminencia de la guerra contra Irak.
Según han explicado responsables de las entidades organizadoras -la Junta de Castilla y León y Diputación de Valladolid, fundamentalmente- la presente edición se concreta en el estudio de la lengua "en aquellos momentos críticos en los que ésta rompe los límites de la gramática y es capaz de acceder al universo de lo normalmente inefable". Los responsables de la organización justifican la elección de la poesía para este gran debate "como una deuda con una forma de expresión que, como dicen muchos poetas, no cabe en el lenguaje. Y sin embargo es lenguaje". Cuantos colaboran en el buen desarrollo del foro señalan: "Estamos en una coyuntura en la que la poesía es, como reza el lema del congreso, necesaria", por lo que el propósito que guía sus pasos es "enriquecer nuestro lenguaje, tan valioso, en el viento de la poesía".
Para lograr estos propósitos, el encuentro se ha estructurado en tres espacios culturales: sesiones, conciertos y un maratón poético. Las primeras pretenden ofrecer una muestra teórica y práctica de lo que está siendo la poesía española actual, para lo cual han contado con la representación más característica de este género procedente de distintas comunidades autónomas, Europa, Latinoamérica, la diáspora sefardita y la gran mayoría de escuelas y de promociones poéticas que perduran.
Por otro lado, se han previsto tres conciertos, que tendrán lugar al final de cada una de las jornadas. Así, hoy, lunes, Carmen Linares presentará el espectáculo Canciones populares de Federico García Lorca; mañana, Amancio Prada interpretará Canciones de amor y celda, y María Dolores Pradera será la encargada de clausurar esta nueva edición con Las canciones de nuestros clásicos contemporáneos. Estos conciertos representan, en opinión de los organizadores, "tres estilos musicales para una comunicación poética de nuestro tiempo".
Maratón poético
Una novedad para este congreso es la celebración de un maratón poético, una lectura continuada de poemas durante los tres días que dure el mismo, en una convocatoria abierta y sin exclusiones y que coordina la Universidad de Valladolid. En este maratón, además de participar con obra propia todos los poetas que lo deseen durante un tiempo aproximado de 10 minutos, podrán presentar alguno de sus trabajos a un premio de poesía que se concederá a la finalización del congreso.
Como complemento al mismo, se ha editado el CD Poesía necesaria con su música, en el que veinte cantantes interpretan otros tantos poemas de Celaya, Alberti, Machado, Blas de Otero, Pedro Salinas o Miguel Hernández, entre otros. Paco Ibáñez, Serrat, Alberto Cortez, Amancio Prada, Ismael Serrano o Joaquín Díaz son algunos de los que han puesto su voz a este disco compacto representativo de la literatura española del siglo XX.
Este importante foro literario se inició en 1994 rindiendo un homenaje a los escritores distinguidos con el Premio Cervantes, que debatieron en torno a La hora del español. Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester, Ernesto Sábato, Emilio Alarcos y Francisco Ayala, entre otras importantes figuras de la literatura, pasaron por aquel foro.
En la siguiente reunión (1996), el lema elegido fue Valladolid, cultura y corte, y hasta la ciudad castellana se desplazaron el último premio Nobel español, Camilo José Cela y otros escritores y lingüistas como Mario Vargas Llosa, José Jiménez Lozano, Manuel Alvar y Emilio Alarcos. Esta segunda edición estuvo presidida por la infanta Cristina de Borbón, mientras que la que tuvo lugar dos años después contó con la presencia de su hermana, la infanta Elena. A esta última, titulada Una lengua para un milenio. El futuro del español, el español del futuro, acudieron el ex presidente de Colombia Belisario Betancur, Víctor García de la Concha, el poeta Ángel González y algunos otros que ya habían participado en ediciones anteriores.
El documento olvidado
Aunque nadie se atreve a decir cuál ha sido hasta ahora el mejor congreso de los tres que se han celebrado en Valladolid, hay cierta unanimidad a la hora de recordar algunos de los compromisos adquiridos en el primero, celebrado en octubre de 1994 y dedicado a la obra de los galardonados con el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura española. Quienes participaron en él dejaron firmado un texto que se conoce como el Documento de Valladolid, en el que se hacen algunas recomendaciones y sugerencias sobre la necesidad de preservar una lengua calificada como "el mayor tesoro que, compartido por una veintena de naciones, permite entenderse a más de 400 millones de personas".
Es poco probable que los participantes de la presente edición debatan sobre el cumplimiento de este importante texto que invitaba a los gobiernos a procurar "la enseñanza y la difusión de la lengua española como importante recurso económico", y a los medios de comunicación, a cuidar "su expresión lingüística, por ser espejo donde se miran muchos hablantes". Aquel documento, además de pedir que se fomentaran las publicaciones en español, terminaba afirmando que Valladolid y la región "se sienten orgullosas de su lengua y convocan al mundo hispánico a honrar sus raíces".
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