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Bruselas alerta de grandes retrasos en los diez países de la ampliación

La Comisión Europea señala a Polonia como el socio peor preparado para el ingreso en la UE

Carlos Yárnoz

Los 10 países candidatos que se incorporarán a la Unión Europea el 1 de mayo próximo sufren "importantes retrasos" en su preparación para entrar al club y, si no toman medidas "inmediatas", originarán "serias consecuencias que no deben ser subestimadas". Es ésta una de las principales conclusiones de los documentos que hoy difundirá la Comisión Europea sobre la situación en esos 10 países. Bruselas considera que Polonia, el más grande y más poblado de los candidatos (38,6 millones de habitantes), es el peor preparado y le adjudica ocho "luces rojas" en otros tantos capítulos a mejorar.

La modernización de la justicia o el control de fronteras son aspectos a mejorar
La renta media 'per cápita' de los aspirantes apenas roza el 40% de la de la actual UE
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A seis meses de la fecha prevista de incorporación, el panorama que dibuja Bruselas no es muy halagüeño, aunque insista en sus informes en que los 10 aspirantes (Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre) tienen tiempo para cumplir todos los requisitos si se esfuerzan adecuadamente.

En sus documentos, la Comisión pone de relieve que esta quinta ampliación que aborda Europa supone "uno de los más grandes desarrollos en su historia" y que, gracias a su acercamiento a la Unión, los países de Europa Central y del Este gozan ahora de democracias estables y de economías de mercado modernizadas. "Más que ninguna otra ampliación, ésta representa la aplicación a escala continental de un modelo europeo de integración pacífica y voluntaria de pueblos libres". "De hecho", añade, "es la realización de un sueño de los fundadores sobre la integración de Europa: la reunificación del continente europeo, dividido por la pesadilla de la II Guerra Mundial".

Al margen de estos planteamientos políticos, la Comisión analiza con detalle el grado de preparación de los 10 candidatos, incluidos los preocupantes datos macroeconómicos de unos países cuya renta media per cápita sólo roza el 40% de la de la actual UE. Los capítulos en los que Bruselas considera que debe haber mayores avances son la modernización de las administraciones públicas, y especialmente la de la justicia, la lucha contra la corrupción, el respeto a las minorías, la igualdad hombre-mujer y el control de las fronteras exteriores para, entre otras cosas, impedir la entrada masiva de inmigrantes clandestinos.

Especial hincapié pone la Comisión en los capítulos que hacen referencia a la legislación comunitaria sobre mercado interior. Bruselas adjudica en ese terreno 30 "luces rojas" o alertas máximas, más otras nueve en el control del reparto de ayudas o fondos europeos. Polonia, con ocho alertas, es el país más afectado porque tiene graves carencias en su legislación sobre mataderos y mercado de animales vivos, enfermedades de productos agrícolas, control y gestión de su flota pesquera, reconocimiento de títulos profesionales, capacidad para gestionar los pagos agrícolas...

Ese tipo de alertas también son adjudicadas a otros países en los siguientes capítulos: supervisión adecuada de mataderos (República Checa, Hungría y Eslovaquia), legislación sobre conductores y tráfico terrestre (República Checa), inspección de buques (Chipre y Malta), automatización del control aduanero (Letonia), igualdad hombre-mujer en derecho laboral (Estonia), control de la flota pesquera (Lituania), reforma de la siderurgia (Eslovaquia), reestructuración de astilleros (Malta), reconocimiento de títulos (República Checa, Estonia, Lituania, Letonia y Eslovenia), supervisión de pagos de fondos europeos (Chipre, Hungría, Malta y Eslovaquia), gestión de importaciones y exportaciones (Chipre y Malta), o capacidad para el desarrollo rural (Hungría).

Las "luces rojas" en el terreno del mercado interior tienen una especial relevancia porque, en el caso de no mejorar la situación antes del 1 de mayo de 2004, el actual club de los Quince podría aplicar la denominada "cláusula de salvaguardia", según la cual podrían quedar en suspenso determinados capítulos de la legislación comunitaria para los países afectados. Esa cláusula, aprobada el año pasado por los Quince, podrá ser aplicada a lo largo de los tres años siguientes al ingreso de los candidatos.

Los informes de la Comisión, los últimos que se harán antes de la entrada del grupo de los 10, también evalúan la situación en Rumania y Bulgaria, los dos países que teóricamente concluirán las negociaciones de adhesión a finales del año que viene con vistas a incorporarse en la UE en 2007. En Bulgaria, dice Bruselas, debe flexibilizarse el mercado laboral, mejorar la eficacia de la administración y de los tribunales y completar el plan de privatizaciones. En Rumania, que aún no puede considerarse propiamente una economía de mercado, debe ampliarse la protección a los niños y a las minorías y, sobre todo, desarrollar más en profundidad la política de integración de los gitanos.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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