Aznar y Schröder acercan posiciones sobre la defensa europea pero no sobre el reparto de poder

José María Aznar y Gerhard Schröder aproximaron ayer sus conceptos sobre la organización de defensa común que habrá de desarrollar la Constitución europea, pero mantuvieron enfrentadas sus posiciones sobre el reparto de votos en el Consejo de la UE. "Es una cuestión que no se ha podido dirimir, aunque tampoco lo esperaba", reconoció el canciller federal al término del encuentro. "Hemos intentado avanzar en la comprensión mutua de nuestras posiciones con la esperanza de llegar a un acuerdo antes de fin de año", añadió el presidente del Gobierno.

"Hace falta comprender las posiciones de los demás para alcanzar soluciones que sean válidas para todas las partes", añadió Aznar al término de la decimoctava cumbre hispano-alemana, que permite considerar superada la crispación que el conflicto de Irak había suscitado entre los dos líderes. En una entrevista publicada ayer por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el presidente español, que no tocó el tema de Irak en la cumbre, según dijo Schröder, reiteró que está "a favor de que lo mejor es no tocar Niza", ya que, "si se modifica alguna cosa, se destruiría una clara tradición de la UE".

El Tratado de Niza, negociado en diciembre de 2000 para adaptar las instituciones europeas al funcionamiento de una UE de 25 o 28 socios, atribuyó a España 27 votos en el Consejo, sólo dos menos que a los cuatro grandes de la Unión (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia). Pero la Convención que redactó el borrador de Constitución que la UE debate ahora propuso un nuevo sistema por el que las decisiones serán adoptadas por mayoría de los países miembros que representen un 60% de la población de la Unión. Este criterio reduce las posibilidades de bloqueo de los países medio-grandes, como España y Polonia.

El Gobierno español sostiene que Niza es ya derecho en vigor, aunque se ha mostrado abierto a una reforma del tratado que mantenga los "equilibrios de poder esenciales" acordados hace tres años, cosa que, según estudios técnicos, ocurriría si el umbral de población necesario para decidir se elevara al 66%.

Posibilidad de acuerdo

Schröder evitó pronunciarse ayer sobre esa vía de negociación que señala Aznar, aunque se mostró optimista sobre la posibilidad de un acuerdo de última hora. Dijo que la convicción de Alemania en que el reparto de poder en la UE debe guardar una proporcionalidad con la población es tan grande como la devoción española por el Tratado de Niza; afirmó que sus conversaciones con Aznar son "constructivas" pero que dejarían de serlo si revelara los detalles de las mismas, y vaticinó que no habrá solución para este contencioso antes del Consejo Europeo de diciembre, que, añadió, podría terminar, aunque no necesariamente, con "una noche muy larga". Tanto Aznar como Schröder expresaron su confianza en la capacidad mediadora de la presidencia italiana.

Respecto a la defensa europea, otro de lo grandes temas de la Constitución, el acuerdo es casi total según Schröder, aunque Aznar, preocupado por que quede clara la supremacía de la OTAN sobre cualquier otra estructura organizativa, no comprometió una respuesta tan clara. "No sé si hay un iniciativa alemana de defensa europea, pero lo que si sé es lo que yo pienso", dijo el presidente, que fijó su posición en tres puntos: la UE debe asumir más responsabilidades de defensa; para ello, cada país debe aumentar sus capacidades militares; la responsabilidad europea debe ser complementaria de la Alianza Atlántica.

Aznar explicó que España está incrementando su dotación militar, en estrecha cooperación con Alemania. Uno de los resultados de la cumbre de ayer es la firma del memorando de entendimiento (Memorandum of Understanding) para la compra por España de 24 helicópteros Tigre de producción franco-alemana.

"En principio, no hay diferencias entre nosotros", dijo, en cambio, el canciller, que precisó que no hay una iniciativa franco-alemana para la defensa europea, sino "una iniciativa de Bruselas, llevada a cabo por Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo". Estos países protagonizaron la pasada primavera la llamada "iniciativa de Tervuren", rechazada en principio por España, a la que el Reino Unido se sumó el pasado 21 de septiembre.

Aznar no quiso detallar cómo votará España cuando el próximo Ecofin decida, antes de finales de mes, si apoya o no las recomendaciones de la Comisión Europea para que Francia reduzca su déficit. El presidente alabó las reformas emprendidas en Alemania por Schröder y reiteró su fidelidad al Pacto de Estabilidad, aunque se mostró comprensivo "con las coyunturas que puedan darse". El canciller reiteró que "nadie trata de modificar el pacto sino de darle un interpretación más flexible", y recordó que se trata de un "Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Hay que resaltar más esta segunda parte", dijo.