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CONFERENCIA DE DONANTES DE MADRID | Las cifras

Irak tendrá que devolver dos tercios del dinero

El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, califica de éxito el resultado obtenido

La Conferencia de Donantes de Madrid recaudó, sobre el papel, más dinero del esperado para la reconstrucción de Irak, pero también demostró que las viejas heridas surgidas en vísperas de la guerra no habían aún cicatrizado. Cuando se clausuró la reunión, el monto total rondaba los 33.000 millones de dólares (27.950 millones de euros), pero esa cantidad incluía 20.000 millones aportados por EE UU, préstamos y sólo algunas donaciones, en parte entregadas al fondo multilateral y en parte suministradas directamente al país devastado. Se calculaba que dos terceras partes de los 13.000 millones recaudados son en forma de préstamos. Colin Powell, el secretario de Estado norteamericano, calificó de "éxito" el resultado obtenido -el 60% corresponde a la contribución de Washington- porque, precisó, estaba claro que en Madrid no se iban a alcanzar los 56.000 que, según la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, en sus siglas en inglés), se necesitan de aquí a 2007 para levantar Irak.

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"La Conferencia de Donantes es un paso importante para lograr ese objetivo y confío en que, al final del día, el mundo se dará cuenta de que nos hemos acercado de forma sustancial a esa meta", afirmó el jefe de la diplomacia norteamericana. Se ha conseguido ya un monto equivalente "al doble del PIB de Irak", precisó satisfecho el vicepresidente español Rodrigo Rato. El entusiasmo de los emisarios de Bagdad iba aún más lejos. "Los iraquíes lloran de alegría cuando oyen hablar de esta conferencia, (...) auténtico referéndum de apoyo al nuevo Irak", enfatizaba Ayad Alauí, representante del consejo de Gobierno iraquí. "Hoy ha nacido un nuevo Irak".

El resultado tan aparente de la conferencia y el elevado número de delegaciones -73 países representados y 19 organismos internacionales- congregadas en Madrid constituyen un éxito para el anfitrión de la reunión, el presidente español, José María Aznar, por el que está pagando un alto precio. España es, después del Reino Unido, el primer contribuyente europeo a la reconstrucción iraquí. El grueso de los donantes, excepto la UE, siguió en Madrid el ejemplo de EE UU. Sus aportaciones serán puestas directamente a disposición de Irak y no pasarán a engrosar el fondo de reconstrucción de Irak que gestionarán conjuntamente el Banco Mundial y la ONU. Washington pone sobre el tapete 20.000 millones de dólares.

La reunión madrileña adquirió tintes de telemaratón en la que cada delegación que subía a la tribuna comunicaba su contribución, y los portavoces de la coalición anglosajona o los funcionarios españoles anunciaban a continuación a cuánto había subido el termómetro de la generosidad con Irak.

Después de EE UU, los primeros en la lista fueron Japón (5.000 millones de dólares), el Banco Mundial (entre 3.000 y 5.000), el Fondo Monetario Internacional (4.350 millones), Arabia Saudí (1.000 millones), Kuwait (500 millones), Reino Unido (496 millones), España (300 millones), Canadá (300 millones), etcétera. Estas cantidades son difícilmente homologables. Incluyen préstamos y donaciones; a veces también ayudas ya otorgadas o que están en camino, y los plazos de entrega no coinciden. "Aquí se suman churras con merinas con tal de llegar a una bonita cifra redonda, pero no es una manera seria de presentar las cosas", señala un funcionario europeo. "Habrá que esperar a ver el desglose".

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La euforia recaudatoria llevó a Rato a sostener que la conferencia había supuesto la "superación de las diferencias sobre Irak" entre los occidentales. Poco antes, Francia había dado, sin embargo, una vez más, la nota discordante secundada por Alemania y, en menor medida, por Rusia El ministro adjunto francés de Comercio, François Loos, no anunció aportación alguna e hizo hincapié en que la devolución de la soberanía a los iraquíes "hubiese podido crear las condiciones de una mayor movilización de la comunidad internacional para facilitar la reconstrucción y la estabilidad". Representada por un mero secretario de Estado, Erich Stather, Alemania insistió también en que había que "transferir lo más rápidamente posible la soberanía al pueblo iraquí".

La respuesta fue doble. Por un lado, Paul Bremer, procónsul de Estados Unidos en Bagdad, recalcó que "Irak cuenta ahora con un magnífico grupo de talentosos ministros". "Tienen una auténtica autoridad". "El mecanismo de transición hacia una plena soberanía del Gobierno iraquí está muy avanzado".

Por otro, Ayad Alauí contestó en tono menos diplomático: "En lo concerniente a Alemania y Francia, mantienen una posición lamentable". "No creo que los iraquíes olviden fácilmente que en los momentos de apuros esos países estaban dispuestos a orillar a Irak".

Todavía no está terminada la batalla de la compilación de las ayudas para Irak, que los miembros de la coalición abren ya un nuevo frente: el de la condonación de la deuda, que oscila, según las estimaciones, entre 130.000 y 300.000 millones de dólares. Francia y Rusia son los principales acreedores de Irak.

Rato fue de los que más insistieron: "España considera que la condonación de parte de la deuda iraquí sería coherente con esta conferencia". Francia, que preside el Club de París que reagrupa a los países acreedores, "prepara activamente una negociación sobre la deuda iraquí", replicó Loos.

Colin Powell, Ana Palacio, Ayad Alauí y José María Aznar, ayer durante la segunda jornada de la Conferencia de Donantes.
Colin Powell, Ana Palacio, Ayad Alauí y José María Aznar, ayer durante la segunda jornada de la Conferencia de Donantes.ULY MARTÍN

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