Lula, el más deseado

El hombre más deseado de los Premios Príncipe de Asturias 2003 no ha llegado todavía. Lo hará hoy, previsiblemente temprano, y tendrá un día repleto de actos. A las 11.50 hay convocada una rueda de prensa del presidente brasileño en el Auditorio Príncipe Felipe. A las 12.25, Luiz Inácio Lula da Silva acudirá al Parlamento regional, donde será saludado por los diputados de la Junta General del Principado de Asturias. Lo recibirá la presidenta María Jesús Álvarez (PSOE) y los dos tienen previsto hacer una pequeña declaración. Luego, corriendo, a hacerse la foto de familia con el Príncipe y los demás premiados. Después, almuerzo. Por la tarde, ceremonia, y por la noche, recepción oficial.

Lula todavía no está, pero todo el mundo habla de él. El tornero mecánico que llegó a presidente del país más grande de Iberoamérica tras tres derrotas electoralesrecibirá el Premio de Cooperación Internacional, cuya dotación, 50.000 euros, se apresuró a donar a las Naciones Unidas. La decisión ha sido saludada con alegría por los otros premiados, que han señalado que Lula da Silva es la gran esperanza blanca para los miserables del subcontinente americano. Como dijo el miércoles el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, "este camino de esperanza que significa Lula encontrará fuerte resistencia no sólo dentro, sino sobre todo fuera de su país. Siendo Brasil el país más grande de Iberoamérica, al lado de Estados Unidos se ve como un país bien distinto". Tal vez por eso Lula es, de todos los premiados, el que la gente espera con más cariño.