Maragall promete 300 médicos más para la asistencia primaria

El socialista Pasqual Maragall se comprometió ayer a ampliar en 300 el número de médicos de los centros de atención primaria catalanes para que las visitas alcancen los 10 minutos de promedio -actualmente es de seis-, uno de los objetivos básicos de su programa de salud. El líder del PSC, que visitó el hospital de Bellvitge, exigió una reforma del modelo de financiación autonómica para garantizar un sistema público de calidad. "Si no se logra [una nueva financiación], Cataluña se plantará", auguró.

Maragall se mostró ayer partidario de que los catalanes dejen de construir su hecho diferencial sobre la identidad y las banderas y lo basen en un sistema público de calidad, especialmente en enseñanza y sanidad. "No queremos ser admirados por nuestro origen o nuestra historia, sino por los servicios públicos y las políticas sociales", afirmó el candidato del PSC, quien reclamó en consecuencia un sistema de financiación "más equitativo y justo".

El líder socialista insinuó que si la financiación no cambia, aflorarán todas las reivindicaciones basadas en la identidad: "Si la financiación no mejora, se verá que nos toman el pelo", opinó Maragall.

El programa de sanidad del PSC tiene como una de sus prioridades el aumento del tiempo medio de visita en los ambulatorios de los seis minutos actuales hasta 10, un objetivo que ayer también se fijó Joan Saura, líder de Iniciativa. Según los cálculos socialistas, ello exige contratar a 300 nuevos médicos, que también contribuirían a ampliar las consultas a la tarde.

Maragall recibió anoche en el Hivernacle del parque de la Ciutadella el apoyo de 300 jóvenes profesionales, universitarios y empresarios que han firmado un manifiesto titulado Protagonistas del cambio.Los firmantes, nacidos en las décadas de 1960 y 1970, afirman: "Como relevo generacional que somos (...), nuestra apuesta de presente, para el futuro que soñamos, no es otra que la Cataluña de representa Pasqual Maragall".

Ante ellos, Maragall explicó que la fórmula de los países fuertes, como Cataluña pretende ser, es ésta: "Primero, libertad para destacar; segundo, unos mínimos sociales muy altos, que garanticen que nadie quedará en la cuneta". Éste es, resumió, el modelo europeo, el que garantiza "una base mínima que nos hace a todos dignos por igual. Y a partir de aquí, la competencia".