Los 1.400 investigadores de EE UU no hallan pruebas de armas de destrucción masiva
La CIA admite que su informe sobre el arsenal de Sadam "no llega a conclusiones firmes"
El informe provisional elaborado por el Grupo de Investigación de Irak, encargado de encontrar pruebas del supuesto arsenal de Sadam Husein, revela que no existen armas de destrucción masiva en Irak, ni indicios de que hayan sido escondidas o destruidas. Según fuentes de la investigación consultadas por la BBC, el equipo de investigadores desplegado en Irak tampoco ha encontrado pruebas concluyentes de que Sadam Husein tuviera la aspiración de fabricar esas armas. La CIA ha reconocido que el documento existe, pero aclara que "no llega a conclusiones firmes".
Esa afirmación es cierta porque el informe, en la redacción provisional que ha desvelado la BBC, deja un pequeño margen para la interpretación: reconoce que no se han encontrado ni armas ni restos de que alguna vez existieran, pero admite que tampoco se puede descartar la hipótesis contraria.
El Grupo de Investigación de Irak está formado por más de 1.400 personas repartidas entre científicos, militares y expertos en espionaje. Al frente del grupo -en el que hay estadounidenses, británicos y australianos- está David Key, un antiguo inspector de armas de Naciones Unidas, que ahora trabaja como asesor especial para la CIA y para el presidente de EE UU. Key ha regresado de Irak para trabajar en la redacción del informe.
La CIA adelantó a través de un portavoz que las conclusiones del informe no serán "firmes", lo cual es una manera de reconocer la existencia del documento y el contenido avanzado. Según el portavoz de la Agencia, Bill Harlow, Key todavía "sigue recibiendo información de los trabajos sobre el terreno. Va a ser sólo el primer informe sobre los progresos". La CIA adelanta que el informe "no va a confirmar ni a descartar nada".
Ahí estará el significado político del documento: su incapacidad para verificar las acusaciones en las que se basaron la invasión de Irak. Los investigadores reconocen que no han encontrado ni siquiera pequeños rastros de armas nucleares, químicas o biológicas desde que iniciaran su trabajo en junio pasado, según afirmó la fuente a la BBC. Tampoco han sido hallados laboratorios móviles, ni sistemas de transporte de armas de destrucción masiva, ni pruebas de su construcción en los años anteriores a la guerra.
Además, el informe establece que es altamente improbable que el régimen de Sadam Husein, en sus últimos estertores, pudiera haber sacado del país su supuesto arsenal, quizá con destino a Siria, como se sugirió desde el Pentágono. El informe señala, sin embargo, que se han encontrado documentos, archivos y programas informáticos que muestran cómo el régimen no renunciaba a desarrollar un programa de armas. Esta afirmación puede llegar a ser el único consuelo para el Gobierno de EE UU cuando Key presente su informe en el Capitolio.
Un portavoz del Gobierno británico dijo que éste sólo hará comentarios cuando el informe se presente oficialmente. "Lo que estamos viendo ahora es especulación sobre un borrador sin terminar de un informe provisional".
El lunes pasado, en una entrevista en la cadena Fox, el presidente, George W. Bush, pidió a la opinión pública que tuviese paciencia y se mostró convencido de que Sadam Husein "escondió las armas y las dispersó. Pero creo firmemente que tenía armas de destrucción masiva".
Hace unos días, la agencia Asociated Press tuvo acceso a un informe paralelo elaborado por un equipo de investigación que ha trabajado desde el fin de la guerra en Irak con el único objetivo de encontrar pruebas de que Sadam tenía muestras del virus de la viruela, una acusación sugerida por Bush en múltiples ocasiones. Los laboratorios estaban abandonados desde hace años y los científicos fiables han contado que Sadam no tenía muestras de ese virus y nunca intentó conseguirlas.
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