"España sufrió daños por 700 millones de dólares"
La supervisión de ABS (American Bureau of Shipping) sobre el Prestige mereció a la Comisión Europea un leve reproche. Un informe comunitario de 17 de enero de 2003 recordaba que la auditoría en torno a la inspección de ABS sobre las reparaciones de dicho petrolero - a la que la UE envió un representante, a diferencia del Gobierno español que rehusó la invitación de ABS-, reveló "defectos formales". El Gobierno español, lanza graves acusaciones en su demanda presentada en Estados Unidos contra la labor de la clasificadora. He aquí un resumen de sus principales acusaciones.
- "Fallos del inspector". El Gobierno español explica por qué pone a ABS en su punto de mira. "En las declaraciones de clasificación realizadas por ABS descansan justificadamente los propietarios, fletadores, cargadores, agentes, autoridades gubernamentales, compañías de seguros...". El Gobierno español ataca la coartada jurídica de cuantos agentes justifican que el barco cumplía todos los requisitos en materia de seguridad estructural.
"ABS sabía o debería saber que el 'Prestige' no era ni apto ni apropiado para transportar la carga"
"ABS conocía el estrés de las estructuras de petroleros de edad avanzada cuando se encuentran completamente cargados"
"La conducta negligente, imprudente, intencionada y sin sentido de ABS fue la causa próxima de los daños sufridos"
La demanda expone que a raíz del accidente del Erika en 1999 se exigió que los tanques de lastre adyacentes a los tanques con elementos calefactores fueran examinados internamente en las inspecciones anuales. "Éste fue un requisito de la inspección del Prestige por ABS en 2002. El inspector de ABS falló al cumplimentar este requisito. No se inspeccionaron internamente los espacios para lastre en la inspección anual de 2002, a pesar de que se detectó la presencia de los elementos calefactores y se comprobó la presión por ABS durante la inspección especial de 2001, en los tanques de carga número 3 babor, estribor y centro, adyacentes a los tanques de lastre de agua".
- Conducta negligente. A partir de aquí, el Gobierno español descarga un torrente de repetidas invectivas contra ABS. "La conducta negligente, imprudente, intencionada y sin sentido de ABS fue la causa próxima de los daños sufridos por el demandante". Luego desarrolla estos argumentos. "ABS actuó de forma negligente, imprudente, intencionadamente y sin sentido en su inspección del casco y de su estructura, maquinaria, tanques de carga y tanques de lastre del P
restige y falló al detectar, informar, advertir y avisar sobre su corrosión, deformaciones permanentes, materiales defectuosos, desgaste y daño por fatiga u otros fallos del buque".
- La fatiga del barco. "En todo momento, por lo que aquí interesa", acusa el Gobierno español, "ABS conocía las serias y peligrosas condiciones de fatiga que se desarrollan y aceleran en las estructuras de metal y en la maquinaria de los petroleros con mucha edad como el Prestige".
"ABS además conocía que el severo estrés y la fatiga al que se someten las estructuras de metal de los citados petroleros de edad avanzada cuando se encuentran completamente cargados con una carga de fuel pesado y surcan los mares crean un riesgo sustancial de fallo estructural que da como resultado un desastre medioambiental como el del incidente [por tal se entiende la avería y posterior hundimiento del Prestige]", añade la demanda del Ejecutivo español.
En la fecha de presentación de la demanda, el 16 de mayo de 2003, el Gobierno defiende que el Prestige era un peligro porque viajaba "completamente cargado", y citaba las consabidas 77.000 toneladas de fuel, mientras que el pasado agosto empezó a barajar la hipótesis de que quizá transportase menos carga de la declarada tras descubrirse que el viejo petrolero hundido albergaba en sus entrañas ya sólo 14.000 toneladas, lo que contradecía sus cifras oficiales sobre el vertido. El relato del accidente del petrolero obvia todo comportamiento "obstructivo" del capitán del Prestige, una presunta actitud agravante del accidente que sí fue denunciada por la autoridad marítima ante la justicia española. La demanda en Nueva York ignora también las críticas de la propia ABS, entre otros, sobre la negativa del Gobierno español a dar un punto de abrigo al buque para el trasvase de su carga. El accidente del petrolero es descrito así: "el Prestige sufrió las condiciones de mar y viento que normalmente se encuentran en tal viaje. El buque sufrió daños estructurales y escoró sustancialmente a babor, lo que causó un mayor torcimiento, fractura y fallo de elementos estructurales, produciéndose en sus alrededores el vertido de una gran proporción de su cargamento de fuel".
- Daños. Como consecuencia de tal marea negra, "el demandante sufrió y continúa sufriendo daños en una cantidad que se determinará en el juicio pero que en el momento presente se evalúa en un cifra superior a los 700 millones de dólares [unos 642 millones de euros]". De obtener satisfacción a su demanda en el tribunal del distrito sur de Nueva York, España obtendría una cantidad equivalente a la suma de daños reclamada al Fidac (Fondo Internacional de Indemnización de Daños debido a la Contaminación por Hidrocarburos), por unos 675 millones de euros. El Gobierno español nunca podría cobrar tal cifra del Fidac por dos razones: esta entidad siempre ha considerado menores los costes reales de los daños producidos por la marea neg
ra y tiene marcado un tope máximo de pagos por un importe de 171 millones de euros.
El Gobierno no sólo reprocha a ABS que no retirase su clasificación al Prestige "cuando sabía o debería saber que no era ni apto ni apropiado para transportar la carga de una manera segura desde el puerto de origen hasta el puerto de destino". El Ejecutivo también censura a ABS que haya "difundido falsos comentarios a terceras partes en un intento de evitar la responsabilidad por sus errores y omisiones, y en un intento de echar injustamente la culpa al demandante por el daño resultante del incidente". "ABS actuó con malicia y con una imprudente despreocupación por la verdad, en su intento de cubrir los errores y omisiones de su inspección, clasificación y certificación del Prestige".
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