Pagar por la marea negra

"El que contamina tendrá que pagar, no sólamente con dinero". La advertencia la lanzó ayer el concejal de playas de San Sebastián, Alberto Rodríguez, un día después de que los arenales donostiarras recibieran 5.540 kilos de chapapote del Prestige, la marea negra más importante del verano. El Ayuntamiento exigirá "todas las responsabilidades a quien las tenga", recalcó el edil. Sería "una gran noticia" que el problema estuviese a punto de concluir "tal como ha señalado un ministro o ministra. Pero desde el Ayuntamiento vamos a seguir expectantes porque a finales de mayo se dijo algo parecido y luego vino lo que vino".

Ayer no fue una jornada especialmente dura para las playas donostiarras, pero el consistorio teme que hoy o mañana entre más galipó por la combinación de vientos y corrientes. "Todavía quedan 4.000 o 5.000 toneladas en el mar; lo que tendrían que hacer es ir a por ese hidrocarburo, tendrían que planteárselo de forma seria", apuntó Rodríguez.

El chapapote es uno de los principales caballos de batalla del Ayuntamiento de San Sebastián, que no se cansa de repetir que el agua está en perfectas condiciones, según indican todos los análisis. El mayor peligro "son las quemaduras que puede producir el alquitran" en la piel de los bañistas, al entrar en contacto con el sol, según la dermatóloga Anna Tuneu.