El Gobierno sólo financia una línea de investigación por equipo científico
La medida impide a Barbacid proseguir un prometedor trabajo sobre el cáncer
El Gobierno está imponiendo a los científicos incompatibilidades en su trabajo al negarse a financiar más de una línea de investigación por equipo a lo largo de varios años. La razón, según las fuentes consultadas, es la escasez de dinero. Mariano Barbacid, director del Centro Nacional de Oncología (CNIO), es uno de los afectados. Disponer, como jefe de un equipo de 15 personas, de financiación para un proyecto le impide continuar con otro sobre el tratamiento del cáncer cuyos resultados acaban de plasmarse en un artículo en la revista Nature Genetics que ha merecido la atención internacional.
Según las normas que ha establecido el Gobierno (a través de los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Sanidad y Consumo), cuando se solicita una ayuda al Plan Nacional de Investigación (la principal fuente de dinero para ciencia básica) no sólo no se puede solicitar ninguna más al citado plan, sino que tampoco se puede solicitar otra al Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS, la otra fuente de financiación en el campo biomédico). Y eso aunque sea para otra línea de investigación y ni siquiera se sepa si se va a conceder la ayuda solicitada en primer lugar. Esta situación no sólo es nueva en España, sino que también es insólita en el panorama de la ciencia internacional, donde los proyectos presentados se evalúan por su interés y por la solvencia del equipo que los va a ejecutar, con el fin de tener las máximas garantías de rentabilidad científica para el dinero repartido.
Ratones sin gen
En unos resultados que ha avanzado en Internet con fecha del domingo la revista Nature Genetics, Barbacid y otros científicos (del CNIO y de otros centros) demuestran que unas prometedoras dianas para el tratamiento del cáncer no son tales. En la investigación de fármacos basados en la inhibición de estas sustancias -las quinasas dependientes de ciclinas- involucradas en el ciclo celular, la industria farmacéutica ha invertido en los últimos años mucho dinero. El trabajo de Barbacid no sólo desmonta esta supuesta importancia de la quinasa Cdk2, sino que también demuestra que esta quinasa no tiene el papel fundamental en la división celular que incluso los libros de texto atribuyen a este enzima. La revista Cell ha adelantado también en Internet otro trabajo en la misma línea, dada la importancia del tema y la atención internacional que ha suscitado.
Los experimentos se han basado en la creación de ratones en los que está inactivado el gen de la citada quinasa. No sólo son ratones que nacen y se desarrollan normalmente, a pesar de no disponer de esta sustancia supuestamente indispensable para que se multipliquen las células; también parecen ser (resultados todavía no publicados) susceptibles al desarrollo de tumores, lo que indica que la inhibición de la sustancia natural mediante un fármaco no sería un seguro, tampoco en humanos, contra el cáncer. Sin embargo, los ratones son estériles, lo que indica que el enzima sí es indispensable para la generación de las células germinales (espermatozoides y ovocitos). En el trabajo, complementario, de Cell, planteado de forma distinta, los ratones no llegan siquiera a nacer por un defecto en la placenta.
La publicación de Barbacid es el resultado más relevante de un proyecto de investigación financiado por el plan nacional de 2000 a 2002, para cuya continuación a su director se le niega incluso la posibilidad de pedir financiación. La razón es que ha obtenido 100.000 euros para otra línea de investigación, que también está dando ya frutos y que pretende reproducir en el ratón las condiciones en que se produce el cáncer en el ser humano. Los primeros resultados han sido aceptados para su publicación en otra prestigiosa revista, Cancer Cell, en la que serán portada próximamente.
"A pesar de que estamos obteniendo resultados que dan la vuelta al mundo, no puedo seguir con dos líneas de investigación porque en España sólo se financia un proyecto por investigador jefe", se queja Barbacid, quien explica que esta situación preocupante está afectando a otros científicos españoles de reconocida solvencia y que su única explicación está en que los departamentos ministeriales están "gestionando la disminución de los fondos de investigación".
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