"Es la tercera vez que me desalojan", lamenta un vecino de Maçanet
Voluntarios y hoteleros prestan ayuda a los afectados por el frente de incendios del norte
El fuerte calor invitaba a la siesta, pero más de 2.500 personas tuvieron que salir de sus casas a toda prisa, huyendo del fuego en Maçanet de la Selva (Selva), Llagostera (Gironès) y Tordera (Maresme) alrededor de las 15.00 horas de ayer. La temperatura superaba los 40 grados, había poco más del 10% de humedad y los tres focos prendieron casi al mismo tiempo. "Es la tercera vez en pocos años que me desalojan por culpa de un incendio, pero nunca antes el fuego se arrimó tanto", se quejaba Francisco Ortiz, uno de los vecinos de la urbanización Mas Altaba, de Maçanet.
Agotados y muy nerviosos, los evacuados fueron concentrándose mayoritariamente en el polideportivo de Maçanet de la Selva. Sumaban en total más de 2.500 personas y muchos de ellos tenían muy claro que no les quedaba otro remedio que pasar la noche fuera de casa, sobre todo si su domicilio estaba en alguna de las urbanizaciones afectadas en Maçanet.
Los vecinos de Llagostera pudo regresar a casa -el incendio se controló a media tarde, tras quemar unas 15 hectáreas-, pero los focos de Tordera y Maçanet se unieron y el fuego seguía avanzando anoche sin control. La carretera N-II quedó cortada y las autoridades decidieron utilizarla como un eventual cortafuegos. Pero al reabrirse la autopista A-7, un buen número de veraneantes decidió regresar a Barcelona o a su ciudad de origen y finalmente sólo unas decenas de personas pasaron la noche en los espacios habilitados a toda prisa por los voluntarios de Maçanet y Tordera.
Los voluntarios no daban abasto para luchar contra el fuego y atender al mismo tiempo a tantos evacuados. Los hoteleros de Lloret de Mar ofrecieron camas para albergar a las personas que se han quedado provisionalmente sin casa, y muchos comerciantes ofrecieron gratuitamente sus productos para abastecer a los centenares de personas desalojadas.
Las principales urbanizaciones afectadas en Maçanet de la Selva fueron las de Mas Altaba, El Molí, Riuclar y Mont Barbat. La mayoría de las viviendas están ocupadas por veraneantes y son utilizadas como segunda residencia.
En el polideportivo se vivieron momentos de caos cuando un vecino irrumpió gritando que las llamas estaban a punto de alcanzar el pueblo. Muchos salieron en desbandada. La advertencia no era ninguna broma porque las llamas, vistas desde el polideportivo, parecía que realmente iban a quemar las primeras casas de la localidad. Era una ilusión óptica. El fuego estaba muy cerca, pero no tanto.
José Tomás, un vecino de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès) que veranea en Mas Altaba, lamentaba el incendio, pero respiraba con alivio: "El desalojo ha sido muy rápido, no hemos tenido tiempo de recoger nada, pero en ningún momento he sufrido por nuestra vida".
"Parcelas sucias"
Francisco Ortiz expresaba su fatiga por haber vivido en carne propia tres desalojos por incendios en pocos años, con el fuego siempre cerca de Mas Altaba: "El problema es que hay muchas parcelas no construidas que están sucias y llenas de hierba", se quejaba. En su opinión, parte del dinero recaudado por los impuestos en las urbanizaciones debería destinarse prioritariamente a la limpieza.
En Tordera se desalojó a más de 300 personas. Las masías aisladas (Mas Julià, Mas Sureda y Via Conxita) y la urbanización Terra Brava fueron las más afectadas. Esta urbanización fue evacuada preventivamente a mediodía, aunque finalmente no fue afectada por el fuego.
Las personas desalojadas pasaron la noche en el polideportivo parroquial de Tordera, donde más de un centenar de voluntarios del pueblo llevaron mantas, colchones, esterillas y bocadillos. Desde el Ayuntamiento se insistía en que los ciudadanos se han entregado a fondo para ayudar a los afectados, aunque también abundaba el nerviosismo al constatar que el incendio no sólo no estaba controlado, sino que era inminente su fusión con el de Maçanet. El alcalde accidental de la ciudad, Arseni García, destacó que el incendio no comportaba riesgo para la población y pedía colaboración a la ciudadanía.
Los tres incendios del norte de Cataluña empezaron casi simultáneamente, separados sólo por media hora de diferencia. El primero fue el de Llagostera (Gironès), el único que anoche se daba por apagado, y se inició muy cerca del pueblo a las 14.45 horas. También hubo desalojos en las urbanizaciones de la Mata, Mont Rei y la Canyera: se trasladó a los evacuados al polideportivo de Caldes, pero la mayoría pudo dormir en casa.
El foco de Tordera empezó a las 14.54 horas, junto a la carretera GI-512, en Can Garriga, mientras que el de Maçanet de la Selva comenzó a arder en torno a las 15.19 horas, cerca de la estación de Renfe de Maçanet-Massanes, en el término municipal de Massanes. En seguida pasó a Maçanet.
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