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Reportaje:ARDE CATALUÑA

Colapso en la autopista

La A-7 fue cortada durante tres horas en los dos sentidos, de Figueres a Granollers

La situación fue caótica. Los incendios de Maçanet, Tordera y Llagostera obligaron a cerrar durante algo más de tres horas la autopista A-7 en los dos sentidos y dejaron a los automovilistas sin accesos directos hacia Francia y hacia el sur. "Fue una medida de seguridad", aseguró el conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas. El fuego estuvo sólo a 300 metros de la autopista a la altura del kilómetro 87, en las proximidades de Maçanet. La autopista se llenó de humo y se convirtió en una vía muy peligrosa. "Podía convertirse en un polvorín", confirmaron fuentes de Acesa.

Los primeros colapsos se produjeron alrededor de las 16.40, cuando los responsables de la seguridad víal decidieron cerrar el tramo comprendido entre Hostalric y Maçanet. Rápidamente se formaron colas que llegaron a alcanzar ocho kilómetros a la altura de Cassà de la Selva, en dirección sur. Sin embargo, la situación empeoró cuando el cierre de la autopista se fijó en Granollers y en Figueres (18.40 horas). "Pretendimos evitar un colapso total", agregaron entonces desde Acesa. "La autopista estaba colapsada y las posibilidades de rutas alternativas son mucho mayores en estos puntos".

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La cuestión era que para llegar a Francia o para acceder a los tramos abiertos de Granollers, los usuarios de la autopista tuvieron que desviarse hacia carreteras comarcales y fueron dirigidos al Eix Transversal. Era una ruta que se eternizaba, porque se cruzaba también con otras carreteras cortadas por el fuego.

Las colas entonces volvieron a alcanzar los ocho kilómetros, tanto en Figueres como en Granollers. "No sé lo que está ocurriendo", comentó Eric, un alemán que regresaba de sus vacaciones en Almería, retenido en las proximidades de Cerdanyola. "He visto los paneles anunciando algo, pero no lo entendía". La mayoría de usuarios, sin embargo, eran conscientes de los problemas originados por el fuego.

Hubo quejas de algunos automovilistas que pagaron el peaje en Mollet y fueron desviados luego en Granollers. "Puede que esa situación se diera en algún momento", reconoció un portavoz de Acesa. "Pero reaccionamos rápidamente y los peajes de las salidas afectadas no se cobraron en los momentos de más dificultad". También la autopista C-33 (la que va de Barcelona a Granollers) tuvo que cortarse durante una hora, alrededor de las 19.50 en dirección norte, por un pequeño incendio de matorrales que llevó el fuego hasta los raíles de protección del asfalto y creó un panorama esperpéntico.

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Desde primeras horas de la tarde, los camiones fueron desviados en La Jonquera u obligados a aparcar en una zona cercana a Montmeló para evitar su acceso a las zonas más conflictivas. "Tomamos todas las medidas que creímos oportunas", agregó Mas. "Queríamos evitar que los usuarios de la autopista tuvieran la desagradable sensación de estar allí atrapados y perdiendo el tiempo".

La normalidad se recuperó alrededor de las 20.15 horas, cuando el desplazamiento del fuego hacia otras zonas permitió la reapertura de la autopista. Entonces el tráfico recuperó la fluidez y en cuestión de media hora la situación se normalizó. Lo que nadie pudo evitar fue el ya clásico sentimiento de resignación de los usuarios. "Los avisos estaban en los paneles", señaló Juan, parado cerca de Granollers, "pero siempre los descubres cuando ya estás atrapado".

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