El 'cerebro' del dispositivo

Lo llaman el centro de mando avanzado. De aquí salen todas las órdenes. Hacia dónde tienen que dirigirse los bomberos, qué carreteras hay que cortar y dónde es necesario desalojar a vecinos, entre otras muchas cosas. Los incendios que desde el pasado fin de semana azotan varios municipios de las comarcas del Vallès Occidental, Vallès Oriental y Bages han obligado a los equipos de emergencia a instalar un centro de coordinación, administración y reparto de tareas en Sant Llorenç Savall, donde se originó uno de los dos fuegos. Hasta ahora ha sido el único cerebro de la lucha contra el fuego. Ante la multiplicación de focos por toda Cataluña, fuentes del Gobierno catalán explicaron ayer que están considerando la posibilidad de crear un nuevo centro de mando para luchar contra el fuego en las comarcas de Girona.

Las autoridades consideran abrir otro centro coordinador para Girona

El lugar elegido en Sant Llorenç ha sido el Ayuntamiento y el parque de bomberos de este pueblo de 2.000 habitantes. En el parque se encuentra el cerebro de todos los trabajos. Allí, una docena de bomberos (entre los cuales hay operadores de control y técnicos de coordinación) deciden qué debe hacerse en cada momento y dan las instrucciones pertinentes. El ambiente es tenso. Saben que una sola columna de humo puede ser fatal; puede descontrolarse el fuego e irse al garete el trabajo de horas, incluso de días.

Dependiendo del tipo de órdenes, las instrucciones se reciben en el Ayuntamiento o directamente sobre el terreno. El consistorio se ha transformado en un improvisado centro receptor de noticias y de instrucciones. Mossos d'Esquadra, Policía Local, Guardia Civil, asociaciones de defensa forestal (ADF) y personal de los ayuntamientos de los pueblos afectados por los incendios se coordinan para acatar las órdenes del centro de mando avanzado, situado a pocos metros de distancia. El Vallès Oriental y el Bages son terreno de los Mossos d'Esquadra, el Vallès Occidental, de la Guardia Civil. A ellos les toca, entre otras cosas, cortar carreteras y desalojar vecinos.

Cuando la situación es muy complicada, los GRAF (grupos de refuerzo de actuaciones forestales) de los Bomberos de la Generalitat son quienes se adelantan al resto de efectivos. Esta unidad está formada por bomberos especializados, todos son ingenieros o ingenieros técnicos forestales y su punto fuerte es la intervención forestal sin agua. "Ellos sólo actúan en los grandes incendios", explicaba ayer Pedro Anitúa, jefe de la división operativa de los Bomberos de la Generalitat y coordinador del centro de mando de Sant Llorenç. Ayer por la mañana, los GRAF trabajaban en la zona de Granera, uno de los puntos más críticos del incendio a aquellas horas.

El principal objetivo de Anitúa era ayer el de controlar el perímetro del fuego, que llevaba 36 horas sin crecer, y vigilar cualquier columna de humo -"en un segundo se monta"; así resumía la situación-. Cualquier cosa puede desencadenar un nuevo foco, incluso una piña. "Cuando un árbol arde, puede llegar a lanzar una piña a 50 metros y ésta puede originar un nuevo foco", explicaba Anitúa. Resulta que la piña, al caer al suelo -que puede alcanzar una temperatura de 60 grados dentro del perímetro del incendio-, se va calentando, origina una columna de humo y ésta, a la vez, puede llegar a incendiar otro árbol.

Aparte del centro de mando avanzado, el dispositivo de emergencia cuenta con un consejo asesor formado por representantes de las distintas administraciones, los cuerpos de seguridad y los voluntarios, que se reúnen dos veces al día para analizar la situación.