Idéntica a su madre

El primer caballo clonado en el mundo es una yegua que se llama Prometea y nació el 28 de mayo pasado en Italia. La yegua que la dio a luz es también su madre genética, la donante de la célula (de la piel) que se utilizó en la clonación. En todo el proceso, sólo el óvulo en el que se reemplazó el núcleo por el material genético celular fue extraño a madre e hija, ya que procedía de una yegua no identificada sacrificada en un matadero.

Normalmente, y ése fue el caso de la oveja Dolly (el primer mamífero clonado por transferencia nuclear), el embrión clonado se implanta en una madre adoptiva, que es la que lleva la gestación a término. Si la madre genética coincide con la adoptiva es de esperar, aunque no esté todavía demostrado, que la copia sea más fidedigna. Por lo pronto se ha comprobado que coinciden, por primera vez, la dotación genética de la madre (la yegua que dio a luz a Prometea) y de la hija, como en las hermanas gemelas.

Los investigadores italianos que han conseguido estas dos primicias están liderados por el veterinario Cesare Galli y publican sus resultados hoy en la revista Nature. Explican que su trabajo puede tener mucha utilidad para reproducir caballos de carreras muy valiosos y también para estudiar si se pueden reproducir los rasgos relacionados con el carácter y el comportamiento deportivo de los caballos. Sin embargo, también reconocen una bajísima tasa de éxitos en su experimento, ya que Prometea fue el único caballo logrado a partir de la clonación de 513 embriones masculinos y 328 embriones femeninos, de los cuales sólo 17 llegaron a la fase de ser implantados en yeguas, en las que sólo se obtuvieron cuatro embarazos.

Un aspecto interesante del experimento es que echa por tierra, al menos en caballos, la hipótesis de que el éxito de un embarazo depende de mecanismos inmunológicos por los cuales la madre reconoce al feto como algo extraño pero no reacciona contra él. Algunos abortos se han relacionado en humanos con un defectuoso reconocimiento inmunológico del feto.

"Este acontecimiento es una novedad absoluta y demuestra que es posible el desarrollo de un feto genéticamente igual a la madre", dijo ayer Galli, informa Efe. Este experto admitió que el trabajo para conseguir Prometea fue largo y complejo, debido a los numerosos fracasos.

La yegua es de raza Aviglianense, de color café y crin rubia, con una mancha blanca en la frente al igual que su madre. El equipo prevé el nacimiento de otro caballo el próximo año, fruto de una gestación en marcha.

El experimento abre la puerta a la obtención de clones de caballos purasangre, que en la actualidad son castrados en su mayor parte para hacerlos más dóciles y poder domarlos mejor. "De un caballo campeón podemos obtener una copia idéntica desde el punto de vista genético", aseguró Galli, pero sus prestaciones dependerán del entrenamiento que reciba, que nunca será igual. Este equipo científico logró ya en 1999 la clonación de un toro, lo que le llevó a un enfrentamiento con el Gobierno italiano, dado que la clonación animal estaba entonces prohibida en Italia. Ahora está permitida, desde enero de 2002. Galli también colaboró con el equipo de Ian Wilmut, que creó la oveja Dolly.

El caballo se suma así a los numerosos mamíferos que ya han sido clonados, desde que lo fue Dolly en 1996, entre ellos ovejas, ratones, vacas, cabras, conejos, gatos, cerdos y los estériles mulos (éstos últimos son los más recientes).

El experimento del que nació Prometea tuvo lugar en un laboratorio especial de técnicas reproductivas de Cremona (norte de Italia). Prometea nació el pasado 28 de mayo mediante un parto natural y pesó 36 kilogramos.