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Bruselas amenaza con sanciones millonarias a Microsoft si continúan sus prácticas abusivas

La UE da una "última oportunidad" al grupo, que toma "muy en serio" la investigación

Los problemas de Microsoft, primera compañía de software del mundo, parecen no tener fin. Ayer, y tras tres años de investigaciones sobre las supuestas prácticas abusivas de la empresa en el mercado informático, Bruselas, ya con pruebas sólidas sobre dichos abusos, se plantó. La Comisión Europea mandó un pliego definitivo de cargos a Microsoft. Si las prácticas abusivas no terminan, habrá una sanción, que podría ascender a 3.200 millones de dólares. Microsoft reaccionó de inmediato. Dijo tomar "muy en serio" la investigación, con la que se dispone a colaborar.

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El gigante informático estadounidense tiene un mes para responder a Bruselas, periodo en el que sus competidores también pueden presentar alegaciones, y para tomar en consideración una serie de soluciones que se le proponen desde el Ejecutivo comunitario. Tras lo que éste describió como "última oportunidad", si no hay respuesta positiva, la multa a la que se arriesga la empresa, aún por decidir, puede llegar a una cantidad equivalente al 10% de su cifra mundial de negocios.

La cruzada emprendida hace justo tres años por el comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, contra las compañías de Bill Gates toca así a su fin con un anuncio contundente. "Tenemos ya las pruebas que confirman que Microsoft está utilizando su aplastante posición dominante en el mercado de los sistemas operativos para ordenadores personales como palanca para imponerse y extender su posición en el mercado", anunció la Comisión. Como consecuencia, se está "debilitando la competencia", se "ahoga la innovación" y se "reducen las opciones de los consumidores".

Bruselas envió ayer a Microsoft un extenso documento de carácter confidencial (un pliego de cargos) en el que se explican los detalles del supuesto abuso de posición dominante, con pruebas que "confirman las acusaciones ya apuntadas en los dos pliegos de cargos anteriores, en agosto de 2000 y de 2001", señaló el portavoz de Monti. Los técnicos aseguran que las pruebas son tan sólidas que podrían llegar superar un posible recurso de Microsoft ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Dos frentes abiertos

Bruselas ataca por dos frentes. El primero cuestiona la integración que hace Microsoft en el sistema Windows 2000 de su reproductor de música e imágenes digitales (el programa Media Player). El supuesto abuso consiste en que se limita la posibilidad de que los usuarios de Windows puedan utilizar los programas de los competidores de Microsoft.

El segundo frente pone en cuestión los programas para servidores de gama baja que produce la compañía de software. Estos programas están concebidos de tal manera que se impide la comunicación y el trabajo en común entre los ordenadores que funcionan con Windows y los servidores que utilizan software de otras compañías.

En definitiva, Bruselas quiere impedir que Microsoft se base en la ventaja que le otorga el Windows, que utilizan nueve de cada 10 ordenadores, para trasladar este dominio a otros negocios (el audio y vídeo digitales y los servidores).

La novedad del tercer y último pliego de cargos de la Comisión Europea consiste en que se ofrece al gigante informático una serie de soluciones para que modifique sus prácticas abusivas. "Nuestra intención no es la de imponer una multa", dijo el portavoz de Monti. "Pero queremos demostrar que vamos muy en serio y que nuestras alegaciones son tan sólidas que no pueden ser ignoradas", añadió. La sanción, llegado el caso, se determinará en función de la gravedad de la infracción y de su duración.

Soluciones propuestas

Una de las salidas propuestas por la Comisión Europea pasa por que Microsoft desvincule su programa Media Player del sistema operativo, lo que obligaría a la compañía a producir las nuevas versiones de Windows sin este programa de reproducción de imagen y sonido. La segunda opción sería permitir a otros competidores como Yahoo Player o Real Player estar integrados en el sistema Windows. "Se trata de garantizar que los consumidores tengan unas posibilidades de elección razonables de los programas existentes en el mercado", afirma Bruselas.

Por lo que respecta a los servidores de red, el remedio que se ofrece a Microsoft es "obligarle" a divulgar a sus competidores la información necesaria de los programas para que los ordenadores puedan dialogar sin problemas entre ellos. "Así, los vendedores rivales de servicios de gama baja podrán competir en plano de igualdad con Microsoft", sostiene la Comisión. "Es la última oportunidad antes de que se cierre el caso", concluye el regulador europeo.

Microsoft tiene ahora un mes para contestar a las alegaciones de Bruselas y pronunciarse sobre las soluciones ofrecidas. "La recta final del proceso llevará el tiempo que sea necesario y dependerá de lo rápido que nos respondan desde la compañía", indicó el portavoz.

La reacción de Microsoft no se hizo esperar. Un portavoz de la compañía rechazó las acusaciones de Bruselas y aseguró que la compañía se toma "muy en serio" la investigación. El grupo quiere mantener "un diálogo que permita solucionar el caso de forma positiva", para lo que se esforzará en dar respuesta "con detalle" a las acusaciones e intentar así cerrar el expediente, como se hizo hace pocos meses con la justicia de EE UU.

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