Los embarazos de menores de edad se duplican en 10 años
Algo ha fallado. Los embarazos de chicas adolescentes, a menudo no deseados, no dejan de aumentar en Cataluña. Los datos de la encuesta de salud de la Generalitat revelan que la tasa de embarazos en mujeres menores de 18 años se ha duplicado desde 1993. Si a principios de la década de los noventa ésta era de 4 por cada 1.000 habitantes, a finales de 2000, la tasa ya llegaba a 9,5.
Pero ni este dato ni la expansión de la epidemia del sida entre la población joven agilizarán el plan de prevención que la Generalitat anunció hace dos años, que incluía instalar máquinas expendedoras de preservativos en los institutos de secundaria.
Tras meses de silencio y de aplazar la puesta en marcha del programa en dos ocasiones, el consejero de Sanidad, Xavier Pomés, admitió ayer que el plan se encuentra "aparcado". Desde que se comenzó a hablar del plan, que además de acercar los preservativos a los adolescentes preveía campañas de información y otros aspectos preventivos, varias organizaciones católicas y asociaciones de padres conservadoras boicotearon la iniciativa.
"Frívolo y antipedagógico"
En un manifiesto titulado Las máquinas no frenan el sida, la educación de valores sí, la organización e-Cristians, presidida por el ex concejal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Miró i Ardèvol, y otras entidades como Regnum Christi y Civitas Dei tildaron de "frívolo, antipedagógico y contraproducente" el proyecto de la Generalitat. En opinión de estas organizaciones, el Gobierno catalán debía "renunciar" a la consulta que pretendía impulsar en los institutos para saber con antelación qué aceptación tendrían las máquinas expendedoras.
De momento, así ha sido. Pomés aseguró ayer que se luchará contra el aumento de los embarazos en adolescentes, pero que esta lucha no se hará "basándose en el plan anterior presentado por el Departamento de Sanidad". La Generalitat prefiere que las aguas se calmen, no alborotar más a las organizaciones ultraconservadoras y estudiar qué medidas aplican otros países para ayudar a que sus jóvenes practiquen el sexo seguro.
El Consejo de la Juventud de Barcelona, que siempre ha apoyado el plan inicial de la Generalitat, recuerda que entre 1998 y 2000 unas 2.800 estudiantes de ESO y Bachillerato de entre 14 y 17 años quedaron embarazadas. Ante estos datos, muchas escuelas han comenzado a introducir seminarios y charlas sobre sexo seguro al margen del plan ahora aplazado por el Gobierno catalán.
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