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5 países ex soviéticos defienden su propio oleoducto

Pilar Bonet

Estados Unidos seguirá siendo el motor político, financiero y organizativo de la GUUAM, la asociación de cinco países (Georgia, Ucrania, Uzbekistán, Azerbaiyán y Moldavia), fundada en 1997 como alternativa a las asociaciones de Estados postsoviéticos, en las que Rusia tiene un papel dominante. Washington respalda el deseo de los países de la GUUAM de obtener el rango de observador en la Asamblea General de la ONU y está dispuesto a incrementar su apoyo económico en el futuro dependiendo del "progreso" en los proyectos conjuntos en marcha.

Éstos fueron algunos de los resultados de la cumbre de la GUUAM que concluyó ayer en Yalta con un comunicado conjunto de los países miembros y otro comunicado bilateral con EE UU, país que estuvo representado por el segundo vicesecretario de Estado, Steven Pfeifer. Para potenciar su economía, los países de la GUUAM coinciden en su interés por los proyectos de transporte euroasiáticos independientes de Rusia, tanto en oleoductos como en vías de comunicación. En este último terreno, aspiran a construir una versión moderna de la Ruta de la Seda para unirla con la prolongación de los corredores de transporte europeos. Rusia, por su parte, hace campaña para una modernización de la ruta transcontinental del Transiberiano.

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"La perspectiva de transporte del petróleo del Caspio por el oleoducto Odessa-Brodi es cada vez más atractiva para los países de Europa", manifestó ayer el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma. "Me alegro de constatar que la UE ya aceptó las perspectivas y las ventajas económicas de este proyecto", afirmó Kuchma. El oleoducto Odessa-Brodi encaja en las directrices sobre el desarrollo energético para la UE ampliada y sus vecinos y socios aprobadas por la Comisión, y recibió el espaldarazo de la responsable de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, en mayo en Bruselas. El tramo, que ya está construido y tiene algo más de 600 kilómetros, sería parte de un oleoducto que pasaría por Plock, en Polonia, y que se uniría después, vía Eslovaquia y la República Checa, con la red de oleoductos de Alemania.

Rusia, por su parte, ha presionado a las autoridades ucranias para que consientan en invertir el sentido del oleoducto Odessa-Brodi para transportar crudo ruso al puerto ucranio del mar Negro y han conseguido este propósito en la parte final del tramo hasta Odessa.

El protagonismo de EE UU fue avasallador en la cumbre de Yalta. "Si la GUUAM existe y se desarrolla, el gran mérito es de EE UU, que colabora con éxito con todos los Estados", manifestó el presidente georgiano, Eduard Shevardnadze. Pfeifer fue el principal actor de la cumbre, escuchado con atención por los participantes y observadores. Pfeifer prometió que la ayuda de su país aumentaría en función de los resultados. Hoy por hoy, el apoyo estadounidense se reduce a un millón de dólares ya adjudicados, que se gastarán en dos cursillos de entrenamiento, uno para aduaneros y otro para guardias fronterizos, con instructores norteamericanos. Washington financia también el centro virtual antiterrorista, que es virtual no por su sofisticación técnica, sino porque varios países se lo disputan.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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