Las crónicas de Alí Lmrabet, un grito de libertad para Marruecos
Laura Feliu revela que Aznar no ha respondido a su petición de ayuda
Según sus amigos, el periodista Alí Lmrabet (Tetuán, 1959) sigue en estado muy grave, ingresado en un hospital marroquí y sin la atención sanitaria debida. La buena noticia es que sus mejores crónicas están ya al alcance del lector español. Se titulan Mañana (Península) y las presentaron ayer en Madrid su compañera, la profesora de la UAB Laura Feliu, y el arabista de la UAM Bernabé López García. Feliu contó que Aznar no ha respondido a las peticiones de ayuda y reclamó la intervención del Gobierno español para que Marruecos libere a Lmrabet.
Laura Feliu y Bernabé López García han editado y prologado Mañana, que incluye 30 magníficos artículos del ex diplomático, hispanista y periodista Alí Lmrabet (Tetuán, 1959). Son crónicas de los últimos años, que él mismo corrigió hace unas semanas en el hospital, y retratan con un humor sutil y un coraje afilado la miseria, la represión, los secuestros, las torturas y la angustia que sufren muchos súbditos de Mohamed VI. La presentación (ayer, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid) de este libro, que más que un simple libro es un grito de libertad y de democracia para Marruecos (el lema sería, como dice el prólogo, "Todos nos llamamos Alí"), tuvo un tono templado y sosegado, pero ese cariz de calma no ocultó la firmeza ni la preocupación de los amigos de Lmrabet.
Feliu contó que su compañero sigue en estado muy grave una semana después de abandonar sus 50 días de huelga de hambre, que los médicos le atienden muchísimo menos que durante ese periodo ("iban a verlo cada 10 minutos, decidieron no dejarlo morir bajo ningún concepto"), que tiene las visitas de familiares y amigos muy restringidas ("está prácticamente incomunicado") y que no hay especialistas ni medios suficientes para tratarle de todas sus dolencias (cólico nefrítico, diarreas, problemas de visión, tos, 22 kilos menos).
La prioridad, en este momento, es su salud, y Feliu hizo un llamamiento al Gobierno español para que haga una gestión diplomática que permita, como ha pedido en una carta al ministro de Justicia marroquí la delegación médica que visitó a Lmrabet, revertir su situación trasladándolo a una clínica privada. Pero la petición sonó escéptica. Feliu reveló que la carta que el Comité de Apoyo dirigió al presidente Aznar pidiendo su intervención no ha sido contestada.
Tres años de cárcel
En mayo pasado, Lmrabet fue condenado en Rabat a cuatro años de cárcel (rebajados a tres tras la apelación), multa de 2.000 euros y el cierre de los dos semanarios satíricos que dirigía (Demain Magazine y Douman) por "ultraje al rey, al régimen monárquico y a la integridad territorial". La sentencia, según Bernabé López García, desmiente la presunta apertura política del reino "y es un síntoma de la paranoia por la seguridad que padece el régimen desde el 11-S y los atentados de Casablanca".
López y Feliu tienen la esperanza de que el rey Mohamed acabe indultando a Lmrabet, pero añaden que junto a él hay otros cuatro periodistas marroquíes en prisión, "aunque su condena es distinta, ejemplarizante, una especie de Oscar a toda su carrera", dijo López.
Estados Unidos ha mostrado a Marruecos su preocupación por el estado de Lmrabet, contó Feliu, y Francia le ofreció expatriarlo a un hospital penitenciario y liberarlo luego apelando a su doble nacionalidad, "cosa que rechazó en solidaridad con los otros periodistas presos".
Tras el acto, se repartió un ejemplar del 16 de junio de Demain semanario, en español, con artículos de, entre otros, Robert Ménard, Maruja Torres, Guillem Martínez, Vicent Sanchis, Rosa Montero, Luis del Olmo y Aurelio Romero.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.