La Unió exige controles a los cítricos de Estados Unidos

Un informe de la Unió de Llauradors i Ramaders advierte de los riesgos de entrada en la Comunidad valenciana de la plaga de la cancrosis, que ha tenido efectos devastadores en los campos de cítricos de Estados Unidos y en algunos países de Suramérica. La cancrosis es una enfermedad causada por una bacteria, la xanthomonas axonopodis citri, que según el USDA, el departamento de agricultura de EEUU, causa "un daño extenso a ramas, hojas y frutos de todas las variedades de cítricos", provocando "a menudo la caída prematura de la cosecha y lesiones en su piel limitando la comercialización".

El departamento norteamericano de agricultura advierte de que esta bacteria "sobrevive durante periodos extensos en el tallo y las ramas" de los frutales y que se disemina "rápidamente con un potencial de impacto muy alto" mediante "el viento, el rocío de la lluvia o actividades mecánicas como la poda y los injertos". También se transmite al realizar "movimientos de plantas" o es transportada por "aves, insectos y/o mamíferos". Sólo en el Estado de Florida, la plaga de la cancrosis causó pérdidas valoradas en 9.000 millones de dólares en la campaña 1999-2000, extendiéndose con suma rapidez, y el arrancado de más de 1.600.000 árboles de cítricos . La plaga, además, ha tenido consecuencias desastrosas en Argentina, Brasil o Paraguay.

La Unión Europea, principalmente Francia, Bélgica, Holanda y el Reino Unido, importan cítricos desde los Estados Unidos. Estos países adquieren naranjas y tangerinas, una variedad de clementina, pero sobre todo pomelos. Durante la campaña 2001-2002 importaron 6 millones de cajas de estos agrios y casi el 50 por ciento de los pomelos norteamericanos se cultivan en Florida, principal área afectada. El técnico citrícola de la Unió, Joanma Mesado, expresa su temor por "la virulencia" de la enfermedad y su "rapidez y facilidad de transmisión". Mesado dice que las consecuencias para la citricultura valenciana, en caso de contagio, serían "nefastas" y supondrían "la ruina" para muchos productores. Por ello exige un "incremento de los controles e inspecciones de la fruta de terceros países" y que sólo se permita su entrada a través de "tres o cuatro puertos" especializados de la Unión Europea, con la presencia de inspectores "del primer nivel especializados en cítricos", que eviten la propagación de la plaga y un mayor control en los aeropuertos europeos para evitar la entrada de material vegetal no certificado que pudiese introducir cualquier persona.

La solicitud de la Unió de Llauradors se produce un año y medio después que los Estados Unidos decidieran el cierre de sus fronteras a las exportaciones de clementinas españolas argumentando una presunta aparición de larvas vivas de la mosca de la fruta.

Huracán Andrew

La plaga de cancrosis se detectó por primera vez en Florida en el año 1995 y en tan sólo siete años ha adquirido la consideración de catástrofe provocando el arranque de más de un 1,6 millones de árboles. El huracán Andrew, además, se encargó de extender la bacteria por Centroamérica y algunos países de Suramérica.

El secretario general de la Unió, Joan Brusca, insistió ayer en la necesidad de que se incrementen los controles fitosanitarios en los países de la Unión Europea, que importarán de Estados Unidos principalmente pomelos a partir de las próximas semanas.