_
_
_
_
LA CUMBRE DE SALÓNICA

Los líderes de la UE intentan cerrar heridas tras la guerra de Irak

Los dirigentes europeos analizan en la cumbre de Salónica el proyecto de Constitución

Carlos Yárnoz

Los líderes europeos, reunidos a partir de esta tarde en Salónica (Grecia), zanjarán la grave crisis por la guerra de Irak que aún lastra la actividad de la Unión y las relaciones con Washington. Desde el estallido del conflicto en marzo, el panorama en Europa es muy distinto: con Francia a la cabeza, los países opuestos a la guerra han aceptado a la autoridad ocupante; en Oriente Próximo, ha arrancado a empujones la Hoja de Ruta; han saltado las alarmas por los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, y el eje franco-alemán cabalga sin freno.

El texto de la Constitución europea no satisface plenamente a ningún país
Más información
Constitución europea: sí, pero
Solana presenta la Estrategia de Seguridad para Europa
Blair propone centros de acogida para emigrantes fuera de la UE
Diplomacia y economía
Contenedor-Europa
EE UU anuncia la detención del secretario personal de Sadam Husein
"La UE es una potencia mundial, por lo que debe compartir la seguridad del mundo"
El PPE apoya a Aznar y pide que la Constitución europea reconozca la herencia cristiana
Blair y Chirac garantizan que la defensa común europea no obstaculizará la labor de la OTAN

Pero, sobre todo, la Unión cuenta con un proyecto de Constitución que mañana recibirá su provisional luz verde como paso histórico hacia la unión política.

Por primera vez en este año, los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen sin que Irak les pese como una losa. En marzo se encontraron en Bruselas sólo unas horas después de que cayeran las primeras bombas sobre Bagdad. Reclamaron allí para la ONU "un papel fundamental" que no acaba de tener. Un mes después, con la guerra casi acabada, intentaron sin éxito, en Atenas, pactar una estrategia común que entonces se perdió en debates sobre cuándo levantar las sanciones a Irak o si antes debían regresar los inspectores de armas como defendió Jacques Chirac.

Irak vuelve a la agenda de los jefes de Estado y de Gobierno, que tratarán hoy el asunto en la cena. Les consumirá poco tiempo, toda vez que Europa entera ha asumido lo ocurrido: Francia y Alemania aceptaron sin objeciones la resolución de Washington, Londres y Madrid que consagra a los ocupantes como autoridad en Irak, levanta las sanciones, otorga el control del petróleo a las potencias intervinientes, da un papel de peso relativo a la ONU y deja en el aire el regreso de los inspectores para verificar unas armas de destrucción masiva que no aparecen.

Por eso, los líderes abordarán la crisis de Irak desde otro doble ángulo: la recomposición del club europeo para pesar más en el mundo -"la UE ha pasado página y mira al futuro, no hacia atrás", comenta Javier Solana- y, sobre todo, la repercusión del conflicto sobre las relaciones entre Europa y Estados Unidos a sólo una semana de la cumbre EE UU-UE en Washington. La distinción del equipo de George W. Bush entre la vieja y la nueva Europa se ha reflejado en que su primera visita al continente tras la guerra fuera a Polonia, su firme aliado en la crisis premiado con el control militar de un sector iraquí. O en la amenaza a Bélgica de retirar la sede de la OTAN de Bruselas.

Sinergias con EE UU

Pero no es el camino de la tensión con Washington el que Europa elige, sino el de la "sinergia", como asegura Yiorgos Papandreu, ministro de Exteriores de Grecia, el país que ahora preside la Unión. Y esa sinergia se centra en combatir la proliferación de armas de destrucción masiva, en parar los pies a Corea del Norte e Irán, integrantes del eje del mal, por sus programas nucleares. "Compartimos las inquietudes de EE UU", ha dicho Papandreu. De Salónica saldrán dos serios avisos a Corea del Norte e Irán. La UE exigirá a Teherán que firme "sin condiciones", precisa Papandreu, el Tratado de No Proliferación. El primer ministro británico, Tony Blair, quiere un ultimátum. No será público, pero llegará a las autoridades iraníes, dicen fuentes oficiales.

El otro frente de sinergia será Oriente Próximo y la Hoja de Ruta elaborada por el cuarteto (EE UU, Rusia, UE y ONU). Los líderes de seis países europeos (Dinamarca, Suecia, Finlandia, Lituania, Letonia y Estonia) han enviado antes de la cumbre una carta al primer ministro griego, Costas Simitis, en la que proponen que Europa, "en estrecha colaboración con EE UU", ponga en marcha una estrategia contra el fundamentalismo y el terrorismo en el mundo árabe y en Oriente Próximo y a la vez fomente democracia y derechos humanos.

Pero Europa no quiere confundir sinergia con unilateralismo. "Es positivo tener buenas relaciones con EE UU, lo cual no es incompatible con tener una posición propia europea", advierte Solana. "Debemos ser tratados como socios iguales", agrega Papandreu. Aún más lejos van París y Berlín cuando proponen una Europa de la defensa autónoma de la OTAN.

Será mañana, viernes, cuando el presidente de la Convención, Valéry Giscard D'Estaing, informe a los líderes sobre el proyecto de Constitución Europea elaborado por esa asamblea a lo largo de año y medio. El texto no satisface plenamente a ningún país, porque la Convención ha encontrado el consenso en un denominador común que todos los socios del club puedan aceptar. Tampoco a la Comisión, cuyo presidente, Romano Prodi, declaró ayer que espera "mejoras" en el futuro. Mantener el derecho al veto en materias como la fiscalidad, dijo, "significa la parálisis".

Aún faltan varios meses para cerrar el proyecto. Los líderes convocarán en esta cumbre una Conferencia Intergubernamental (CIG) que iniciará sus trabajos en octubre y deberá culminarlos a comienzos de año, como muy tarde. Los representantes de los Gobiernos que participen en ella tendrán la última palabra en un texto constitucional que, en teoría, debe entrar en vigor en 2006.

El propio Consejo Europeo modificará entonces sus reglas de juego porque esa Constitución prevé la figura de un presidente estable de esa máxima institución (el proyecto la convierte en tal) de la UE. Con un mandato de dos años y medio prorrogable una vez, ese presidente eliminará el turno rotatorio semestral que ahora concluye Grecia con esta cumbre para dar paso a Italia. Silvio Berlusconi cumplirá su sueño de presidir la Unión mientras en la mayoría de las capitales europeas temen que el próximo semestre se convierta en una pesadilla. Estos días Berlusconi ya protagoniza un rifirrafe con el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, quien le ha criticado por no visitar a los líderes palestinos en la reciente visita a Oriente Próximo.

Un militante antiglobalización prepara una pancarta en Salónica.
Un militante antiglobalización prepara una pancarta en Salónica.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_