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62ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

El premio de los libreros a Dulce Chacón llena de emoción el ecuador de la feria

La autora de 'La voz dormida' dedicó el galardón a las mujeres que perdieron la guerra

Nunca el pabellón Martín Gaite registró tanta emoción como ayer. Cuando, en la mesa presidencial, Dulce Chacón se sentó junto a una hermosa ancianita, todo el mundo supo que correrían las lágrimas. Pepita, de Córdoba, es una de las protagonistas de La voz dormida (Alfaguara), la novela que ha recibido el Premio al Libro del Año de los libreros de Madrid. Pepita estaba tan conmovida que no pudo hablar, pero Dulce Chacón contó su historia: por amor esperó 17 años a su novio encarcelado, por amor se hizo comunista y por amor sigue votando en su nombre en todas las elecciones.

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La voz dormida apareció en septiembre y lleva desde entonces ocho ediciones. Es, como contó ayer Fernando Valverde, presidente de la Feria y del Gremio de Libreros de Madrid, "una novela coral que relata una infinidad de historias de madres, esposas e hijas, también de hombres que en la vanguardia o en la retaguardia de la guerra defendieron a los suyos". "Es un libro triste y todos hemos llorado al leerlo, pero es una historia de la dignidad, que contribuye a recuperar nuestra memoria colectiva".

Habla el libro de Hortensia, a la que no ejecutaron hasta que nació su niña; de Reme, que bordaba una bandera republicana; de Tomasa, de Manolita, de Elvira, de Isabel, de tantas otras mujeres, unas encarceladas en la prisión de Ventas, todas vencidas en la guerra.

"Gracias, gracias, muchas gracias", dijo Dulce Chacón al recibir el galardón. "Nunca sabrán los libreros de Madrid la emoción que siento por este premio, porque sé que me lo entregan quienes más aman al libro, quienes viven no de la literatura, sino en la literatura".

"Quiero compartir este premio con todas las personas obligadas al silencio que me han ayudado con sus testimonios a escribir esta novela. Son ellas las protagonistas de historias nunca reconocidas a las que quise dar voz en el libro". "Pepita fue una de ellas", añadió Chacón. "Me acogió en su casa, en Córdoba, una semana en un mes de julio de calor inmenso. Por las mañanas y por las tardes hablábamos, por las noches paseábamos. Jaime, el novio de Pepita, estuvo 17 años encarcelado en Burgos, porque era republicano, porque era rojo y eso era un delito. Jaime quería que todos los niños tuvieran zapatos y pudieran ir a la escuela. Pepita recorría media España, de Burgos a la sierra de Córdoba, llevando sus mensajes escondidos en una lechera. Pepita nunca tuvo conciencia política, pero creía en lo que pensaba Jaime. Le esperó hasta que salió de la cárcel y entonces se casaron. Jaime murió antes de que fuera legalizado el Partido Comunista, y cuando lo fue, ella se afilió en su nombre, como en su nombre sigue votando en las elecciones".

"Este premio, y que me perdonen las grandes empresas editoras, es más importante que los galardones multimillonarios", afirmó Antonio Albarrán, el director de la feria, "porque lo eligen los libreros, que reconocen la calidad con honestidad y objetividad".

Quedaron finalistas Los aires difíciles (Tusquets), de Almudena Grandes; Vivir para contarla (Mondadori), de Gabriel García Márquez; La Reina del Sur (Alfaguara), de Arturo Pérez-Reverte, y La sombra del viento (Planeta), de Carlos Ruiz Zafón.

El calorazo casi insoportable no arredró ayer al personal y la feria vivió una jornada pletórica de firmas y actos. El primer volumen de las memorias de Rafael Borràs, La batalla de Waterloo, dio origen a un interesante debate sobre el mundo de la edición, en el que participaron Javier Pradera, Manuel Vicent, Tom Burns Marañón y Juan Cruz.

En la carpa de las Tres Culturas se presentó el libro de Pierre Guichard De la expansión árabe a la Reconquista; esplendor y fragilidad de Al-Andalus y se habló de un tema apasionante: España-Al-Andalus-Sefarad, en el que de las culturas que convivieron en España en el pasado se llegó al presente. El profesor Bernabé López reprochó el flaco papel de España como mediadora en Oriente Próximo. "¿Dónde está Aznar de Arabia?", se preguntó.

Dulce Chacón abraza a Pepita, entre Fernando Valverde, a la izquierda, y Antonio Albarrán, a la derecha.
Dulce Chacón abraza a Pepita, entre Fernando Valverde, a la izquierda, y Antonio Albarrán, a la derecha.M. ESCALERA

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