"Cada día que me pongo a escribir busco la pasión"
Sandra Cisneros (Chicago, 1954) ha tardado nueve años en escribir Caramelo (Seix Barral), novela en la que cuenta la historia, inundada de voces, música y poesía, de tres generaciones de la familia Reyes a lo largo de 500 páginas. Su anterior obra, Una casa en Mango Street (Ediciones B), publicada originalmente hace veinte años, ha vendido más de dos millones de ejemplares y se ha traducido a 11 idiomas. Cisneros es considerada uno de los máximos exponentes de la llamada narrativa chicana.
Caramelo comienza con el viaje que realiza la familia Reyes cada verano desde Chicago hasta México, en un coche que rebosa niños, risas y discusiones. La novela es un viaje a su propia historia y a la de su familia, plagada de secretos que se van desvelando poco a poco.
"Escribo en inglés porque me siento insegura al escribir en español"
Pregunta. ¿Cómo se consigue que el lector de su novela sienta que está paladeando un dulce?
Respuesta. Tal vez se deba a que vengo del mundo de la poesía, y a que cuando decidí entrar en el de la narrativa sabía que mis novelas tendrían que tener poesía. Quizá por eso tardo tanto tiempo en escribir. Los días buenos, que no son todos, logro escribir una hoja y media, y luego tengo la sensación de no haber hecho un buen trabajo.
P. ¿Qué buscan sus personajes en los viajes que realizan?
R. Dulcificar los sentimientos de nostalgia que sienten por la emigración. En mi vida real siempre viajábamos a visitar a la abuela. Me gusta viajar a México, y cada vez que voy escribo una notita con impresiones de lo que veo. Incluso ahora, en mi viaje a Madrid, estoy anotando cosas que me sorprenden. Mis notas son cosas pequeñitas, y eso me sirve para cuando me pongo a escribir en serio. Cada día que me siento para construir una obra trato de buscar un momento de pasión.
P. ¿Qué tiene Lala, el personaje principal, de Sandra Cisneros?
R. Mucho. La primera parte de la novela soy yo, aunque con algunos cambios necesarios para darle mayor credibilidad a lo que estaba contando. Necesitaba una protagonista que dijese la verdad. Ella tenía que narrar la leyenda de la familia, separando la verdad de las mentiras que se han transmitido de generación en generación. En la segunda parte busqué otra protagonista con voz curiosa, formal. En la investigación descubrí algún que otro secreto de mi familia y creo que éstos existen para que los escritores puedan explorar sobre ellos y narrar historias.
P. ¿No se ha planteado nunca escribir en castellano?
R. Me siento insegura escribiendo en ese idioma heredado de mi familia. Puedo hablarlo, pero contar lo que quiero me resulta imposible porque no tengo la riqueza de vocabulario y de expresiones que se necesitan para contar las cosas como deseo. Escribo en inglés, pero mis libros están impregnados de los cambios culturales que he vivido. Me gustan mucho escritores como Borges, Rulfo o las escritoras Dorothy Alisson o Mercé Rodoreda. Sé que tengo que leer más en español, pero me da mucha flojera. El esfuerzo que tengo que hacer es enorme, y la vida es muy corta y el tiempo muy valioso. Soy muy lenta leyendo en español, parece que estuviese rezando.
P. ¿Cómo se le ocurrió crear un taller de escritura?
R. Nunca pensé que iba a dejar de dar clases y que pudiese vivir sólo de la literatura. Cuando supe que podía vivir de esta manera pensé en crear un taller literario en San Antonio (Texas) por donde pasan los escritores más afamados, pero donde también acude gente para aprender a escribir. Estoy convencida de que todos podemos ser escritores. Sabemos narrar y trasladar cuentos y chismes, sólo hay que trabajar en lo que uno quiere.
P. Después del éxito de Una casa en Mango Street ha tardado veinte años en publicar Caramelo.
R. Podía haber seguido escribiendo la segunda y tercera parte de esa novela y hubiese sido muy fácil. Yo quería escribir algo mejor, de lo que estuviese satisfecha. En cada nuevo cuento o trabajo que realizo trato de superarme, mejorar, poniéndome el listón un poco más alto. Quiero escribir al nivel de los escritores que yo admiro. En ese tiempo he escrito poesía, he trabajado con escuelas y bibliotecas porque no puedo olvidar nunca que soy producto de la biblioteca pública. Mis dos próximos libros van a ser de poemas y cuentos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.