Las cuatro grandes ciudades agrupan a un tercio de los electores y son claves para el resultado

Los cuatro grandes núcleos urbanos de la Comunidad Valenciana -Valencia, Alicante, Elche y Castellón- son los escenarios decisivos de la batalla electoral. Las cuatro urbes, que acaparan un tercio del total de electores, dilucidarán dos cuestiones concatenadas: la continuidad o no de los gobiernos locales absolutos y un reparto más ajustado de los escaños autonómicos, que desalojaría a los populares de la Generalitat. El PSPV cree que revalidará la mayoría absoluta en Elche y que el PP la perderá en Castellón, Valencia y Alicante. Mientras, los populares apuestan por todo lo contrario.

El PP piensa que su gestión y el tirón de sus cabezas de lista le darán la mayoría absoluta

El PSPV cree que el deterioro general del PP "desnudará" la leyenda de Barberá en Valencia

"Si el PP pierde la mayoría absoluta en la alcaldía de Alicante, puede también dar por perdida la Generalitat", afirma un alto cargo del PSPV de Alicante. "Nuestra gestión y el tirón del cabeza lista nos garantiza la mayoría absoluta y, paralelamente, en el Consell", responde otro dirigente popular alicantino.

De las cuatro plazas en juego Alicante es, a priori, donde más factible se presenta el cambio. La afirmación la corrobora dos datos subjetivos, pero no por ello menos aptos para la predicción política. Los sucesivos sondeos del PSPV que, mes a mes, van minando la ventaja de unos 16.000 votos que les separó del PP en 1999, en los comicios locales. "Ahora mismo, partimos de una situación de empate técnico", subraya el dirigente del PSPV. El segundo indicador es el sinfín de actos de precampaña que los primeros espadas del PP, con el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana a la cabeza, han protagonizado en Alicante. Los socialistas manejan como resultado más probable un empate a trece ediles, con lo que la llave del gobierno quedaría en manos de EU. Para el PP, el objetivo de aquí al final de la campaña es asegurar el concejal número 14.

Los dos bandos están convencidos de que su éxito o fracaso en la carrera a la alcaldía repercutirá directamente en las autonómicas. "Subiremos dos, y con ello peligra la mayoría del PP en las Cortes", dice el dirigente del PSPV. "Se mantendrán las diferencias", insisten desde el PP.

El escenario en la ciudad de Valencia es casi un calco al de Alicante. Los socialistas también dan por hecho que el deterioro del PP dejará al "desnudo" la leyenda de Rita Barberá. "Nuestro reto será captar el descontento del PP, y la mayoría absoluta de Barberá llegará a su fin". El PSPV sostiene que Barberá es un producto fruto del auge del PP y no por su valor individual. "Rita fue derrotada ampliamente por Clementina Ródenas en su primera comparecencia a la alcaldía". En el PP mantienen la tesis contraria y aseguran que el colchón de más de 100.000 votos que les separaron de los socialistas en 1999 es suficiente garantía para revalidar la mayoría absoluta. En Valencia, tanto para la alcaldía como para las autonómicas, concurre otro factor que ni PSPV ni el PP obvian: la posibilidad de que tanto el Bloc como UV rompan la barrera del 5% y obtengan representanción.

El electorado ilicitano es pragmático a la hora de votar en las elecciones autonómicas y locales, informa David Cerdán. En 1999, el socialista Diego Macià logró la mayoría absoluta con unos cerca de 10.000 votos de diferencia, mientras, el PP se impuso en las autonómicas por un escaso margen de menos de mil votos. Las previsiones del PSPV son incrementar la mayoría en uno o dos concejales. El PP se enfrenta al reto de bajar de los 10 ediles. EU confía en lograr dos concejales.

Los resultados en la provincia de Castellón son un enigma, informa María Fabra. El PP asume una pérdida de votos, pero no de la mayoría absoluta. En las encuestas del resto de formaciones, los populares perderán hasta tres concejales. Los sondeos otorgan dos ediles a EU y el Bloc. En cuanto a las autonómicas, el PSPV augura que aumentará dos diputados y el PP que se repetirá el actual reparto de escaños.