Susan Sontag arremete contra Bush, al que califica como "el asesino en serie de Tejas"
La escritora recibe el galardón como "algo agradable" y ratifica sus críticas a García Márquez
En declaraciones a la prensa española en Nueva York, Susan Sontag arremetió ayer largamente contra la guerra, la política extranjera de Washington y el presidente George W. Bush, al que apodó "el asesino en serie de Tejas". Pese a la actual apatía de la oposición en Estados Unidos, alimentada por el miedo y el fervor patriótico de los atentados del 11-S, la escritora neoyorquina aseguró que "vale la pena seguir resistiendo".
Sontag apareció en el consulado español, donde se celebró la rueda de prensa, con su melena negra, un conjunto de terciopelo del mismo color, una chaqueta lila, profundas bolsas bajo los ojos y una expresión de agrado y sorpresa. Empieza casi a ser una costumbre: el premio ha caído ya tres veces seguidas en Nueva York; antes de Sontag fueron galardonados Arthur Miller y Woody Allen.
Inmediatamente se habló de la guerra. "He estado y sigo estando en contra de la guerra con Irak y lo he dicho públicamente", declaró Sontag. "Estoy en contra de la política exterior del presidente Bush y de sus intenciones de extender la hegemonía estadounidense al resto del mundo. (...) No me sorprende, pero tomo nota del hecho de que éste es un premio oficial, relacionado de una cierta manera con el Gobierno español, justamente cuando España forma parte de esta coalición para seguir una guerra sin fin. No sé lo que significa, pero creo que es algo agrabable".
Preguntada sobre si usará su premio para criticar la actitud de España, Sontag contestó que no ve motivo para atacar al Gobierno. "Podría decir que lamento que el Gobierno español esté en esta coalición, pero (...) no veo que estén persiguiendo a Almodóvar. Creo que la oposición ya goza de buena salud".
La autora de El amante del volcán, Bajo el signo de Saturno, El benefactor, La enfermedad y sus metáforas y En América acaba de publicar un nuevo ensayo, Regarding the pain of others, y está ahora trabajando, según contó ayer, en una "meditación personal sobre la enfermedad, puesto que recientemente he vuelto a caer enferma, y también preparo una novela".
El miedo desde los atentados del 11-S ha marcado la actitud de los estadounidenses hacia la guerra y el terrorismo, dijo la escritora. "Es muy difícil estar en la oposición en EE UU. A los que critican la guerra se les califica de antipatrióticos. No tenemos oposición. (...) A lo mejor en Nueva York se siente un poco menos, pero en el resto del país es prácticamente imposible decir nada. Hay una censura y una autocensura muy fuertes".
"Es algo que nunca hubiera podido predecir", aseguró la escritora, que también criticó la falta de acción por parte de los intelectuales estadounidenses. "No creo que todo el mundo deba tener ideas políticas. Tampoco creo que sea muy noble, pero lo puedo entender. Muy poca gente protesta, y extrañamente siempre son los mismos, los que ya estuvieron contra la guerra de Vietnam hace 40 años. (...) La gente se siente completamente impotente contra algo que piensan que no pueden cambiar. Yo creo que vale la pena seguir resistiendo".
"No creo en guerras sin fín, me parecen un concepto obsceno e inmoral", indicó Sontag, que se mostró convencida de que Bush volverá a ganar las elecciones presidenciales en 2004. "Soy muy pesimista, es difícil imaginar cómo pueden cambiar las cosas. Creo que estamos viendo el final de la república y el principio del imperio. Clinton fue Julio César, y el asesino en serie de Tejas es Augusto".
Susan Sontag justificó de nuevo sus recientes ataques contra Gabriel García Márquez por no criticar las represalias del régimen cubano contra la oposición. "García Márquez siempre dice que es un periodista además de un escritor. ¿Cómo puede evitar protestar en este caso? (...). Si lo ha condenado José Saramago, ¿por qué no lo puede decir García Márquez?".
Babelia
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