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Reportaje:

SOS de la mayor joya selvática

La demanda de pulpa de papel y aceite de palma ha destrozado el 64% del Tesso Nilo, el bosque con más diversidad biológica del mundo

En Europa hay muchas referencias del bosque Tesso Nilo de Sumatra. Muchos de los folios que alimentan las fotocopiadoras holandesas, parte del papel que utilizan los británicos para escribir o muchos pañuelos para limpiarse los mocos en Italia se fabrican con pulpa de papel de este bosque, considerado por los científicos como el que reúne mayor diversidad biológica del mundo por delante de los de la Amazonia o Nueva Guinea. En los últimos 20 años se han deforestado 300.000 hectáreas por la demanda mundial de pulpa de papel y el aceite de palma.

El SOS para salvar lo que aún queda de Tesso Nilo en la indonesia isla de Sumatra lo ha lanzado WWF (en España, Adena) desde Alemania tras la elaboración del informe El bosque de elefantes en venta, en el que se desmenuzan las claves de la acelerada desaparición de un bosque que contiene los mayores índices de diversidad del mundo. Tesso Nilo ocupa ahora 200.000 hectáreas (de las 500.000 que tenía en 1980), distribuidas en cuatro distritos de la provincia de Riau, en la zona central de esa isla.

En cada metro cuadrado hay una planta diferente y sirve de refugio a tigres de Sumatra y elefantes
La alta demanda lleva a las empresas a adquirir madera de contrabando o de talas furtivas
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Su altitud y sus condiciones climáticas han configurado en esa región asiática el paradigma de la biodiversidad. El bosque se extiende por tierras bajas con una altitud que oscila entre los 25 metros y nunca supera los 500. Su altísima pluviometría (entre 2.000 y 3.000 milímetros anuales, más del doble que la de A Coruña) no ha evitado que sufra defoliación o incluso la muerte de muchos árboles cuando se han producido episodios del fenómeno climático El Niño, que en Indonesia se caracteriza por la aparición de sequías. En los últimos años, estos ciclos han facilitado la generalización de enormes incendios forestales, muchos de ellos provocados.

Según una encuesta de WWF, por cada parcela de 200 metros cuadrados de Tesso Nilo, se han identificado 218 especies vasculares, lo que significa que en cada metro cuadrado de bosque existe una planta diferente, un índice de biodiversidad superior al que algunos autores han identificado en 1.800 escuadras similares y aplicando la misma técnica en otros bosques tropicales similares de 19 países, como Brasil, Camerún, Nueva Guinea o Perú.

Además, sirve de refugio a especies salvajes singulares como el elefante y el tigre de Sumatra (del que sólo queda una de las tres especies que existían), el gibón, el tapir y otras especies amenazadas.

En los últimos 20 años la deforestación de este bosque corre en paralelo a la presión por habilitar tierras para el cultivo de la palma y la industria de la extracción de su aceite con la que se fabrica la margarina, entre otros productos.

Cada día se extraen más de 900 metros cúbicos de madera de Tesso Nilo, de los que sólo la mitad proceden de concesiones legales. Según WWF, desde la caída de Suharto, la escasa consolidación de la descentralización administrativa ha dado pie a que dos grandes compañías madereras, la Inda Kiat Pulp and Paper (IKPP/AA) y Riau Andalan Pulp and Paper (RAPP/RAK) acaparen el 60% de la producción de pulpa de papel en Indonesia. Ambas empresas se han embarcado en la construcción de gigantescas factorías con la ayuda de créditos bancarios europeos. Para atender la capacidad de producción, los dos conglomerados adquieren madera de contrabando o procedente de cortas furtivas, ya que con las concesiones legales que poseen no dan abasto.

Otro tanto ocurre con las talas indiscriminadas para disponer de tierras libres de árboles y destinarlas al cultivo de palma. De esta manera se ha ido recortando también el espacio de los elefantes, que se ven forzados a invadir los cultivos en busca de alimentación y espacio.

Las nuevas administraciones locales y regionales son incapaces de controlar ambos fenómenos y de que las compañías limiten sus actividades a las talas legales. Desde hace varios años, ONG locales, con el apoyo de WWF y Amigos de la Tierra, presionan al Gobierno indonesio para que declare a Tesso Nilo espacio protegido y para alcanzar acuerdos encaminados hacia una gestión sostenible del bosque indonesio y a que cumplan la ley.

El siguiente paso es presionar a los bancos europeos para que no otorguen créditos sin que se den ambas garantías. La responsable de bosques de Adena, Raquel Gómez, añade que los consumidores también pueden contribuir a frenar la deforestación de Tesso Nilo exigiendo en sus compras de muebles la certificación de que la madera procede de una gestión sostenible.

Tala ilegal de árboles en Tesso Nilo (Sumatra, Indonesia).
Tala ilegal de árboles en Tesso Nilo (Sumatra, Indonesia).WWF / ALAIN COMPOST

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