UGT rechaza la propuesta de previsión voluntaria del Gobierno y la enmarca en el desarrollo del plan Ibarretxe

UGT Euskadi no acepta la propuesta del Gobierno vasco para modificar las Entidades de Previsión Voluntaria (EPSV) y crear un sistema privado, con apoyo público, de pensiones complementarias secretario general de esta central, Dámaso Casado, aseguró ayer en Bilbao que la propuesta presentada por el consejero Joseba Azkarraga no es sino un paso más en el plan soberanista del lehendakari Ibarretxe para asumir todas aquellas materias en las que no se tiene competencia. Casado asegura que, dado que el Ejecutivo vasco no puede acceder a gestionar las pensiones de la Seguridad Social, monta una estructura paralela a través de la previsión voluntaria.

La propuesta (ver El PAÍS del 30 de marzo) lanzada por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, busca "desacreditar el sistema público de pensiones, en favor de un sistema privado", según UGT. El sindicato considera que sería "inconstitucional" obligar por ley a los trabajadores a cotizar en el nuevo modelo. Según señaló el secretario de Acción Sindical, Javier Bermejo, la propuesta quiere invertir dinero público -según sus estimaciones, cerca de 53 millones de euros anuales-, en un sistema privado.

Desde UGT se censura la insistencia de los representantes del Gobierno vasco en decir que el sistema público no tiene futuro y recalca que no solo es falso, sino que además cuenta con un superávit. Casado y Bermejo expresaron sus sospechas de que con este proyecto, todavía en fase de elaboración, el Gobierno vasco pretende producir un aumento en la recaudación de las EPSV que, finalmente, "sería gestionado por el mundo nacionalista".

UGT sostiene que las EPSV no son un modelo comparable, sino alternativo, al sistema público, porque sus desventajas y riesgos son manifiestamente mayores. Y considera que plantear, como se propone, unas aportaciones en torno al 6% de los salarios es "descabellado, ya que se sometería a los trabajadores a una merma salarial que frenaría el consumo actual". Además, cree insuficiente una renta del 20% del salario que le quedaría tras la jubilación después de pagar un 6% anual.