Una pacifista de EE UU muere aplastada por una excavadora israelí en Gaza
Yasir Arafat limita los poderes del nuevo primer ministro palestino, Abu Mazen
Una pacifista norteamericana, Rachel Corey, de 23 años, murió ayer aplastada por una excavadora del Ejército israelí en un campo de refugiados de Gaza, cuando trataba de impedir que los soldados destruyeran una casa. La víctima formaba parte del grupo Movimiento de Solidaridad Internacional, que desde el principio de la Intifada actúa en los territorios palestinos como escudos humanos para impedir la demolición de viviendas palestinas. Por otra parte, Arafat limitó ayer los poderes del nuevo primer ministro palestino.
Rachel, originaria de la ciudad de Olimpia en el Estado de Washington, participaba desde hace meses junto con otros miembros de su organización en la defensa de un grupo de casas situado en el barrio de Salem, en Rafah, al sur de la franja de Gaza junto con la frontera de Egipto, que las tropas israelíes pretendían destruir.
La activista, armada de un megáfono y de una pancarta, trataba de convencer desde hacia horas al soldado, conductor de la excavadora, para que no llevara a término la demolición de la vivienda, cuando inesperadamente el vehículo se puso en marcha, aplastando con su pala a la muchacha. El conductor hizo luego dar marcha a tras a la excavadora, que pasó nuevamente sobre el cuerpo de la víctima, para luego alejarse de su objetivo. La casa finalmente no fue destruida.
"Los soldados la veían perfectamente desde lo alto de la excavadora", aseguró un compañero de Rachel, otro pacifista norteamericano, que junto con otros seis muchachos vivían permanentemente en la zona de Rafah, donde durante los dos últimos años el Ejército israelí ha destruido centenares de viviendas palestinas, para tratar de despejar la línea fronteriza con Egipto e impedir el tráfico de armas y el paso de los activistas.
Cierre de Gaza y Cisjordania
La muerte de la pacifista de Estados Unidos conmocionó a todos los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, cuyos habitantes se encuentran desde ayer y hasta nueva orden encerrados en sus casas, sometidos a un estricto toque de queda, con prohibición tajante de cruzar los accesos hacia Israel.
La orden fue impartida por el Gobierno de Ariel Sharon como medida de prevención para tratar de evitar posibles ataques suicidas, en las ciudades israelíes, en las que a partir del martes se celebrarán las fiestas del Purim o carnaval judío.
La policía ha dado estos días instrucciones a todos los ciudadanos israelíes para que no utilicen máscaras ni caretas en estas fiestas de carnaval, con objeto de no confundir a las fuerzas de seguridad que se encuentran desplegadas por todas las ciudades.
Por otra parte, el presidente palestino, Yasir Arafat, ha decidido recortar las atribuciones acordadas por el Parlamento al nuevo primer ministro, Abu Mazen, en un intento desesperado por no perder el control de la Autoridad Nacional Palestina y continuar detentando el poder absoluto.En esta línea, Arafat se ha reservado, entre otras cosas, el derecho de nombrar al primer ministro, pero también de sustituirlo, y de designar a vicepresidentes, lo que le permite al presidente aparecer como responsable del poder ejecutivo, mermando la autonomía del jefe de Gobierno. En medios palestinos se asegura que Arafat tiene proyectado designar a dos hombres de su máxima confianza como futuros viceprimeros ministros: el negociador Saeb Erekat y el ministro de Cooperación Internacional Nabil Shaat.
Las modificaciones efectuadas por Arafat obligarán hoy al Parlamento a reunirse de nuevo en Ramala y en Gaza, reabriendo de esta manera un debate que ya se creía cerrado. Si la ley y sus enmiendas son aprobadas por los diputados, Abu Mazen será designado oficialmente primer ministro y recibirá el encargo de formar Gobierno en un periodo máximo de tres meses. La modificación y recortes de las prerrogativas al futuro primer ministro podrían incomodar a Estados Unidos, que ha condicionado la publicación y puesta en marcha del plan de paz - la llamada hoja de ruta- a que Abu Mazen tenga plenas responsabilidades que le permitan gobernar con "auténtica autoridad".
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