El Gobierno rectifica y aplaza la pesca exterior en el Cantábrico
8.000 personas siguen en paro cuatro meses después de la catástrofe
Las protestas de algunas cofradías gallegas consiguieron ayer que el Gobierno rectificase su anunciada decisión de reanudar la pesca en el Cantábrico a partir del próximo lunes. La apertura de la veda decretada por la marea negra del Prestige comprendía las llamadas aguas exteriores, caladeros alejados de la costa que son competencia exclusiva del Estado. El ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, explicó que va aplazar la decisión una semana más a la espera de que se realicen nuevos análisis de las aguas.
La apertura de la pesca en aguas exteriores se había pactado el pasado lunes entre el Gobierno y las cuatro comunidades afectadas, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Del levantamiento de la veda quedaban excluidas la zona de la Costa da Morte, la más afectada por los vertidos, y las embarcaciones que faenan con las artes del cerco, utilizadas para la captura de especies como la sardina o la anchoa. La medida recibió una fuerte contestación de las cofradías gallegas, que alegaban que en algunas zonas donde se pretendía autorizar las faenas hay fuel depositado en los fondos marinos. En puertos como el de A Coruña los pescadores ya habían anunciado que no saldrían a faenar hasta que no tuviesen más garantías sobre la limpieza de las aguas.
"Hemos oído las aportaciones de algunas cofradías y hemos instruido al Instituto Español de Oceanografía para que compruebe si esas manifestaciones se adecuan a la realidad", dijo Arias Cañete antes de comparecer en el Senado. "No queremos actuar con precipitación, sino con la máxima solvencia científica". El ministro señaló que la decisión queda en suspenso hasta el día 24. Sin embargo, fuentes del Gobierno vasco citadas por Efe dijeron que en esa comunidad se mantiene la previsión de autorizar la pesca exterior a partir del día 17, ya que las sospechas sobre el estado de los fondos marinos afectan sólo a Galicia.
Con la reanudación de las faenas, el Gobierno había anunciado que suspendería el pago de las ayudas económicas por inactividad. Cuando se han cumplido cuatro meses desde la catástrofe, en Galicia continúan paradas unas 8.000 personas del sector pesquero. En los peores momentos de la marea negra, el censo de trabajadores inactivos con derecho a ayuda alcanzó los 18.000. La Xunta ya ha gastado 70 millones de euros en el pago de compensaciones económicas.
A partir del lunes también se ampliará la autorización para pescar en el interior de las Rías Bajas. La Consejería de Pesca anunció ayer que permitirá el uso de nuevas modalidades de faena, por lo que se levantará la veda para prácticamente todas las llamadas artes menores.
Sirenas en la Costa da Morte
Ya se ha convertido en un ritual con cierto aroma fúnebre. El día 13 de todos los meses un ronquido de sirenas atruena a mediodía en los puertos de la Costa da Morte. Es un modo de recordar el infausto aniversario de la catástrofe: el Prestige sufrió una vía de agua frente a Finisterre el 13 de noviembre. Ayer se cumplieron cuatro meses del desastre y las sirenas volvieron a sonar en la Costa da Morte, todavía a merced del vertido interminable que dejó el petrolero antes de hundirse en el Atlántico. El aniversario coincidió con el inicio de la limpieza de algunos acantilados de difícil acceso en los que aún no se había trabajado. El fuel que permanece adherido a las rocas es desgajado ocasionalmente por los temporales y las mareas vivas; el motivo principal, según las autoridades, de que a las playas de la zona siga llegando chapapote.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, todavía hay restos de fuel en 329 playas del norte: 225 en Galicia, 54 en Asturias, 25 en Cantabria y otras 25 en el País Vasco. El Parque Nacional de la Islas Atlánticas, la zona de más valor ecológico alcanzada por la marea negra, sigue teniendo afectada la mitad de su superficie rocosa.
En una de esas islas, Sálvora, a la entrada de la ría de Arousa, se empezó a experimentar ayer el sistema de biorremediación para luchar contra el chapapote que se adhiere a las peñas y resulta casi imposible de extraer por medios mecánicos. El método consiste en acelerar el proceso natural de degradación del residuo en el medio ambiente. Para ello se intenta fundamentalmente aumentar la población de los microorganismos que degradan el fuel. Tras los ensayos previos realizados en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, los responsables del parque se declaran optimistas sobre los resultados de este método, que fue utilizado por primera vez en Alaska, en 1989, tras la catástrofe originada por el petrolero Exxon Valdez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.