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Hamás considera que el nombramiento de Abu Mazen es una concesión a EE UU

El Parlamento palestino decidirá hoy los poderes reales del futuro primer ministro

El Consejo Legislativo palestino, reunido simultáneamente en Ramala y Gaza, deberá ratificar hoy el nombramiento de Abu Mazen, de 67 años, como primer ministro de Palestina. Y, sobre todo, deberá definir los poderes que tendrá para llevar a cabo su misión. A pesar de esta incógnita, el nombre del candidato Abu Mazen ha desatado las esperanzas de la comunidad internacional, especialmente de Israel, donde confían en el futuro jefe del Gobierno. El grupo palestino radical Hamás considera que el nuevo primer ministro es "una concesión a Estados Unidos".

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El Consejo Legislativo palestino, compuesto por 88 miembros, se enfrenta hoy a una sesión histórica. En primer lugar, deberá aprobar el nombramiento de Abu Mazen como nuevo primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), de acuerdo con la votación efectuada el sábado en el seno del Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). En segundo lugar, y esto es lo más importante, debe debatir y decidir cuáles serán las atribuciones, el poder real, del primer ministro, un cargo hasta ahora no contemplado en las leyes palestinas y cuya creación es una consecuencia directa de la presión internacional (Estados Unidos, Unión Europea y Rusia), para conseguir la reforma y modernización de las instituciones de la Autoridad Nacional Palestina.

La atribución de poderes a Abu Mazen supondrá una reordenación del poder en la cúpula de la Autoridad Palestina, cuyo control que venía ejerciendo de manera absoluta el presidente Yasir Arafat. Los diputados se enfrentan a una delicada operación quirúrgica en la que deberán de recortar parte del poder de su presidente, que lo ha ejercido de manera autoritaria durante 37 años, y traspasárselos al nuevo jefe de Gobierno.

Transición pactada

En medios políticos palestinos se asegura que la transición está pactada. Abu Mazen y Yasir Arafat ya se repartieron días atrás el poder. Ambos, de común acuerdo, establecieron las atribuciones que tendrá el primer ministro y las que mantendrá el presidente. El acuerdo fue alcanzado tras largas conversaciones que los dos dirigentes celebraron a puerta cerrada en el cuartel general palestino de la Mokata, en Ramala.

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Según este acuerdo, el presidente Arafat continuará ejerciendo el control absoluto y directo de las Fuerzas Armadas y será el único responsable de dirigir unas eventuales negociaciones con Israel. El resto de las atribuciones y el control de los ministerios recaerán, según este pacto, sobre el nuevo jefe de Gobierno, quien podría asimismo constituir su gabinete sin necesidad de heredar el actual. En cualquier caso nadie da por cerrado el pacto, en el que aún pueden añadirse algunos detalles. Éste sólo quedará sellado hoy, cuando se vote en el Parlamento.

"Mucho más trascendente que la votación de un nombre, como primer ministro, es la discusión y aprobación de sus atribuciones. Ellas permitirán establecer la calidad de las reformas palestinas y saber si se trata de una reforma en profundidad o de una operación destinada a asegurar la supervivencia de Yasir Arafat", opina el diputado independiente por Gaza y catedrático de Ciencias Políticas, Ziad Abu Amr, de 45 años, uno de los líderes más importantes del sector reformista, que meses atrás se enfrentó violentamente al presidente, cuando en una sesión parlamentaria defendió la nominación de un primer ministro, con atribuciones plenas, dignas de un país democrático y moderno.

Las atribuciones del futuro primer ministro palestino preocupan también a Israel, que desea que los poderes del futuro jefe de Gobierno palestino sean lo suficientemente amplios como para "controlar los diversos grupos armados, los fondos económicos y la política palestina, especialmente a Hamás y Yihad Islámica", aseguraba ayer el ex ministro de Exteriores Simón Peres.

El primer ministro israelí Ariel Sharon, más cauto, dijo ayer que era necesario estar atentos a las maniobras palestinas y "verificar los poderes que Abu Mazen tendrá frente a Arafat". Los isralíes no ocultan su deseo de ver a Abu Mazen al frente de la Autoridad Nacional Palestina en sustitución de Arafat, o que el presidente palestino quede relegado a una mera figura decorativa sin poder real

Indignación radical

El nombramiento de Abu Mazen ha provocado, sin embargo, la indignación de los islamistas radicales de la organización Hamás, que acusan al nuevo primer ministro de ser "demasiado blando". Mahmoud Zahar, portavoz de este movimiento en Gaza, sostiene que la designación del nuevo primer ministro "no es importante" y que es "el resultado de las presiones que en los últimos meses han estado ejerciendo Estados Unidos e Israel".

Militantes de Hamás, durante un homenaje a Ibrahim al Makadme celebrado en la Universidad de Gaza.
Militantes de Hamás, durante un homenaje a Ibrahim al Makadme celebrado en la Universidad de Gaza.ASSOCIATED PRESS

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