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Sólo medio centenar de lanchas salen a pescar en las Rías Bajas

El presidente de la Xunta afirma que algunas cofradías "se quejan de vicio"

Xosé Hermida

Por primera vez en 11 semanas, ayer se volvió a pescar en las Rías Bajas. Pero la reanudación de las faenas fue casi inapreciable. Si la Xunta ya había acotado mucho la apertura de la veda, limitada a dos de las artes menores y a embarcaciones que no superen las dos toneladas y media, la mayoría de los 800 marineros autorizados a trabajar de nuevo en las rías prefirió esperar hasta el próximo lunes para poner a punto la documentación, los barcos y los aparejos.

El medio centenar de lanchas que se hizo ayer al mar regresó con capturas discretas y sin haber encontrado rastros de fuel.

Las primeras centollas que se ven en casi tres meses fueron descargadas ayer en Portosín, un pequeño puerto de la ría de Muros, donde las cinco embarcaciones autorizadas para la pesca con trasmallo acudieron por la mañana temprano a recoger los aparejos que habían lanzado la tarde anterior. "Da gusto ver las centollas. En esta época están muy crecidas", comentó con cierta euforia el patrón mayor de la cofradía, Gonzalo Pérez. Las cinco lanchas de Portosín que aprovecharon el levantamiento de la veda también capturaron choco, maragota y pinto. "La gente está contenta, aunque esperamos mejorar", señaló el patrón. "El mar hay que estudiarlo durante unos días para saber dónde están el pescado y el marisco".

A nadie le sorprendió en Portosín que los aparejos y las capturas llegasen completamente limpias. "Aquí ya llevamos mucho tiempo comiendo pescado de la ría sin ningún problema", afirmó el patrón de la cofradía. Pero la satisfacción por comprobar la aparente buena salud de las aguas es muy relativa. La inmensa mayoría de los 60 barcos de Portosín seguirán amarrados a puerto durante varias semanas.

La autorización de la Xunta para faenar con trasmallos y butrones en el interior de las Rías Bajas sólo afecta a 407 pequeñas embarcaciones, el 8% del total de la flota de bajura de Galicia. En Vigo, Pontevedra y Arousa, el grueso de las capturas se localiza en las inmediaciones de las Islas Atlánticas, cuyos fondos, según reconoce la Administración, pueden tardar hasta tres meses en quedar limpias. De ahí que esta apertura limitada de la veda no haya despertado grandes entusiasmos. Las lanchas de Vigo y Pontevedra esperarán hasta el lunes para salir a faenar.

Las cofradías han aceptado esta vuelta a la pesca con menos objeciones de las que pusieron hace tres semanas para levantar la veda del marisqueo, pero no faltan las voces críticas. Algunos querrían que la autorización se ampliase a más artes. Otros aseguran que no se les informa puntualmente. "Se quejan de vicio", les replicó el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien sostuvo que nunca hasta ahora un Gobierno había mostrado con el sector pesquero "tanta generosidad como en este caso".

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En la Costa da Morte ni sueñan aún con el día en que pueda reanudarse la pesca como en las Rías Bajas. Allí, en la zona más castigada por la marea negra, el fuel sigue surcando a diario las aguas más próximas a la costa. Su cantidad es cada vez menor, pero se ha vuelto tan líquido (irisaciones) que, en ocasiones, los barcos ya no pueden recogerlo. Pero pese a esas dificultades, en Fisterra cinco barcos lograron recogieron ayer unos 700 kilos. Los restos de fuel son visibles aún en las proximidades del lugar del hundimiento del Prestige, pese a que, según los cálculos oficiales, sus tanques no pierden ahora más de dos toneladas diarias.

Por otra parte, el Bloque Nacionalista Galego pidió ayer el amparo de la Mesa del Congreso de los Diputados después de que la empresa estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar) se negase a atender su solicitud de que remita a la Cámara las imágenes del submarino Nautile sobre el Prestige. Sasemar alega que esas filmaciones son "propiedad intelectual" del organismo público francés que alquiló el batiscafo al Gobierno español.

La Xunta aprobó ayer realizar una encuesta epidemiológica sobre las personas que han estado en contacto con el chapapote.

Un marinero de Portosín muestra unas capturas logradas ayer.
Un marinero de Portosín muestra unas capturas logradas ayer.CARMEN VALINO

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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