Palacio califica de "inquietantes" las evidencias sobre Irak
En su intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, calificó de "inquietantes" las pruebas recabadas por Estados Unidos sobre la actividad armamentística de Irak, presentadas ayer por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell. La ministra española de Asuntos Exteriores advirtió a Irak de que afrontará "graves consecuencias" si continúa incumpliendo las resoluciones de Naciones Unidas sobre armamento. Palacio no aclaró si considera necesaria una segunda resolución de la ONU. Tampoco si considera que se debe otorgar más tiempo a los inspectores del desarme.
Tras la exposición de las pruebas por parte de EE UU, la titular de Exteriores afirmó que "es importante enviar una señal inequívoca a Sadam Husein de que, con el incumplimiento del mandato de las Naciones Unidas, está planteando una seria amenaza para la paz".
Según la ministra, tras la guerra del Golfo (1991) han pasado 12 años de incumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, Irak está "poniendo en juego" la credibilidad de este organismo, debido a su falta de voluntad para cumplir con sus obligaciones de desarme. "Está en juego la credibilidad del Consejo de Seguridad", dijo Palacio.
"La comunidad internacional le está ofreciendo la última oportunidad con la resolución 1.441 y esperamos que el régimen de Sadam Husein no pierda esta oportunidad", advirtió la ministra, subrayando no obstante que "aún sigue habiendo esperanza para la paz".
El tiempo se acaba
"Ignorarlo es engañarnos", dijo Palacio, quien afirmó que "el tiempo se le está acabando, no a los inspectores de las Naciones Unidas, sino a Sadam Husein, que debe aceptar el desarme voluntario sin subterfugios". Las inspecciones de Naciones Unidas, según Palacio, no son "un fin, sino un medio" para que Irak colabore y demuestre que ha llevado a cabo un desarme completo, de la misma manera que los inspectores "no son detectives, sino simples fedatarios del desarme voluntario". Esta idea había sido recalcada por Colin Powell durante su intervención.
La ministra reiteró la posición del Gobierno español de respeto al derecho internacional y su convencimiento de que todavía "hay una esperanza para la paz", aunque sólo si Irak cambia "radicalmente de actitud". La principal preocupación en este momento, según la ministra, es que las armas que posee Irak, a las que se refirió Powell en su intervención, puedan acabar en manos de terroristas. La comunidad internacional, dijo Palacio, no debe permitir la violación constante de las leyes internacionales y debe actuar con responsabilidad para evitar la producción y almacenamiento de armas de destrucción masiva.
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